Novak Djokovic está a un paso de recuperar el número uno. Tras derrotar a Federer por 7-6 (1), 6-4 y 6-3, en poco más de dos horas de juego, el jugador serbio está ya en la final de Australia. No era un duelo más entre suizo y serbio. Las semifinales del Open de Australia supondrían el 50º enfrentamiento entre ambos tenistas. El partido iba a estar marcado por la lesión en la ingle que sufre Federer desde hace unos días y que nos ha mantenido en vela hasta el último momento porque no sabíamos si iba a poder saltar a pista o no.
El principio del partido fue un auténtico caos. Federer, que sabía que la única opción que tenía de poder disputar el encuentro, era jugar con la mano suelta arriesgando la mayoría de golpes posibles. El suizo sumó a su marcador muchos winners y errores no forzados en el primer parcial y los breaks se sucedieron en ambos lados del marcador. Djokovic, ante esta situación, no se encontró nada cómodo en la pista.
Batalla mental
Federer llegó a ir arriba 1-4 y 0-40 con saque del serbio, pero lo desaprovechó. Y con 3-5 y saque para cerrar el set, hizo un juego desastroso que perdió en blanco. Cerrar un set o un partido es muy complicado, aunque te llames Roger Federer, y si encima tú rival es Novak Djokovic, la dificultad se multiplica por mil. El serbio tiene la batalla mental ganada con prácticamente cualquier jugador del circuito, incluido el helvético. Finalmente, y a pesar de que Federer fue superior durante todo el parcial, el set cayó del lado del serbio en el tie break.
Federer continúo jugando a un gran nivel, aunque ya no tenía la mano tan suelta. El número de winners y errores no forzados se redujo considerablemente. Y, además, Nole empezó a subir su nivel. Ya no era solo una roca, también empezó a atacar los puntos débiles del suizo.
Djokovic demostró una vez más que el tenis es un deporte más mental que físico y que, además de tener buenos golpes, es mucho más importante tener una fortaleza mental superior a la de tu rival
Federer intentó variar aspectos en sus juegos para sorprender a Djokovic y poder hacerle daño de nuevo como restarle los segundos saques dentro de pista. Pero no fue suficiente. Djokovic aprovechó la primera bola de set que tuvo al resto para llevarse también el segundo parcial. Los antecedentes no eras alentadores con Federer. De los 49 duelos anteriores, cuatro veces el partido se decidió en el quinto set y Federer nunca pudo llevarse la victoria. Así que remontar dos sets en contra se tornaba complicado.
Ya en el set definitivo, Novak Djokovic alcanzó su mejor nivel durante el partido y le bastó con tan solo una oportunidad para romper el saque de su rival para ponerse por arriba en el marcador. De esta forma, el serbio se centró en mantener su servicio y cerrar el partido sin problemas. Una vez más, Djokovic demuestra que el tenis es un deporte más mental que físico y que, además de tener buenos golpes, es mucho más importante tener una fortaleza mental superior a la de tu rival.
Rival en la final
En la final ya espera el serbio. Si consigue alzarse de nuevo con el título de Australia volverá a recuperar el número uno en detrimento de Rafa Nadal. Nole sabrá cuál será su rival mañana y saldrá del enfrentamiento entre Zverev y Thiem. Los dos se estrenan en semis de Australia, además Zverev también se estrena en semis de Grand Slam. Sea quien sea el vencedor, Djokovic será el gran favorito. Además, siempre que el serbio ha llegado a la final de Australia se ha llevado el título. 7 de 7. ¿Podrán alemán o austriaco romper esta racha?