El Ayuntamiento de Madrid avanza en la desodorización de la planta de tratamiento de residuos urbanos de Las Dehesas, ubicada en el Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV), con la autorización del gasto de 6,5 millones de euros aprobado en la Junta de Gobierno. Se prevé poner en servicio estas nuevas medidas a lo largo del primer semestre de 2024, con el fin de minimizar los olores.
Las obras en la planta de Las Dehesas se realizarán en dos fases: la redacción del proyecto, con duración de un mes, y la ejecución de las medidas de desodorización, cuyos trabajos se extenderán a lo largo de seis meses.
Las actuaciones previstas en el contrato para la corrección de olores se realizarán en diversas partes de la planta. En los fosos, donde se reciben los residuos, así como en las naves de pretratamiento y compostaje, se ampliará el sistema de extracción de olores, se construirá un nuevo biofiltro y se reacondicionarán los cuatro existentes. Todos los biofiltros contarán con un biomedio orgánico, tecnología limpia y de alta eficacia que elimina las sustancias odoríferas de las corrientes de aire. Además, dispondrán de una cubierta de material plástico.
Una de las actuaciones más importantes será en las balsas de almacenamiento de los lixiviados
La zona de admisión de descarga de los camiones también se remodelará para permitir la descarga de vehículos tipo amplirroll (con brazo elevador hidráulico), y será acompañada de la implantación de una nave para la caracterización de los residuos. Esta actuación tiene como objetivo mejorar el proceso de tratamiento de los residuos.
Una tercera actuación será la instalación de 26 puertas automáticas en las naves de compostaje y la de afino. En concreto, se colocarán 20 en los fosos de recepción, dos en la nave de compostaje y cuatro en la nave de afino. La instalación de estos elementos de cierre provocará una disminución importante de las emisiones de los gases odoríficos.
Asimismo, una de las actuaciones más importantes será la que se realice en las balsas de almacenamiento de los lixiviados (residuos líquidos que se generan en los vertederos), pues se consideran uno de los principales focos de emisión de malos olores. En concreto, se confinarán las balsas con cubiertas plásticas y se implantará un sistema específico de aspiración y tratamiento de aire para su desodorización.
Como última obra, se instalará un sistema de neutralización de olores por nebulización. Se trata de una técnica aplicada para el tratamiento de emisiones gaseosas mediante la pulverización de agentes activos inhibidores de malos olores que se pondrá en marcha en el frente del vertedero, en la zona de acopio y compost, así como en las de tratamiento y almacenamiento de lixiviados.