La pandemia del COVID-19 deja a Vallecas sin su tradicional Batalla Naval, una celebración que surgió en 1982 cuando simbólicamente el mar llegó a Madrid. Después de 38 años, la Batalla Naval de Vallecas no podrá celebrarse este año, o al menos, no en los mismos términos de años anteriores; en las que los vallecanos recorrían las calles del barrio armados de pistolas de agua, cubos, barreños y lo que hiciera falta para mojar, mojarse, y sofocar las altas temperaturas del verano de Madrid.
Y es que, aunque la crisis sanitaria ha obligado a la Cofradía Marinera de Vallekas a suspender la edición de este año, ni los cofrades ni los vecinos están dispuestos a renunciar a una tradición tan arraigada, y han anunciado que este año sí habrá batalla, aunque sea desde los balcones. Así será el próximo 19 de julio, con el trasfondo de una iniciativa solidaria dedicada a todos los profesionales que se están dejando la piel durante la pandemia de la COVID-19, bajo el eslogan 'Mójate por tu barrio'. Un doble sentido reivindicativo y solidario con el que van a mantener vivo, un año más, el espíritu de la ‘Batalla Naval Vallekana’.
De esta manera, la Cofradía pone a la venta camisetas en su 'edición solidaria', cuyos beneficios irán destinados a las redes de apoyo. Se pueden comprar hasta el 30 de junio en las librerías Esquina del Zorro y Muga y en la Taberna La Frasca. "Durante esta pandemia en nuestro puerto de mar hemos tejido redes, de apoyo, de solidaridad, de cuidados ... Porque todos y todas estamos en el mismo barco", sostiene la Cofradía, que han seguido trabajando para mantener vivo el espíritu de la Batalla Naval.
La Cofradía Marinera de Vallekas pone a la venta camisetas solidarias hasta el 30 de junio cuyos beneficios irán destinados a las redes de apoyo
El año pasado, la Batalla Naval de Vallecas se mojó contra el cambio climático. En 2018, lo hizo por la derogación de la Ley Mordaza y el verano anterior por el derecho al asilo. Pero Vallecas no siempre lo tuvo fácil y la 'ley seca', mediante el cierre de las bocas de riego por parte de la Junta, también llegó a este puerto de mar. Desde 1991 hasta el año 2000 los problemas se sucedieron. El principal escollo es que no se establecía un espacio delimitado para celebrar la Batalla Naval. La 'sequía' obligó también a darle una vuelta a la idea de la batalla Naval. Por eso, en 1993 se optó por la espuma y dos años después por el agua reciclada. En el año 2000 nació la Cofradía Vallekana, integrada por 36 organizaciones y colectivos de Vallecas que se hacen cargo, desde entonces, de la organización de la fiesta.