El Defensor del Pueblo se ha dirigido de manera directa al Ayuntamiento de Madrid en torno a la nueva Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelería y Restauración, en vigor desde el pasado 1 de febrero.
Lo ha hecho para interesarse sobre las medidas previstas, ya que su objetivo inicial era minimizar las molestias que estas ocasionan en los vecinos: ruido y disminución del espacio público.
"Ya que la institución sigue recibiendo quejas de vecinos y asociaciones", han pedido al Consistorio madrileño conocer el grado de cumplimiento y eficacia de la norma en el espectro del descanso vecinal.
"El mayor o menor éxito de las medidas adoptadas va a depender, en opinión de la institución, de que el Ayuntamiento habilite suficientes medios de control de los límites de la actividad en las terrazas, para garantizar los derechos de los vecinos al descanso", añaden.
Es esencial que el Ayuntamiento vigile que no se superan los valores límite de ruido, que se cumplen los horarios de apertura y cierre, que se respeta el aforo -el número máximo de sillas y mesas permitido-, y que se eviten las aglomeraciones en el entorno de las terrazas
El Defensor del Pueblo ya inició el pasado verano una actuación de oficio con el Ayuntamiento, ya que a causa de la pandemia y de la flexibilización de las normas en aras de la recuperación del sector de la hostelería, aumentó el número de terrazas en la vía pública.
En el informe de respuesta, el Consistorio apuntaba el inicio de la tramitación de una ordenanza que modificaría la normativa existente y daría solución al problema.
De esta manera, se ha solicitado al Ayuntamiento una valoración de los resultados obtenidos en estos primeros meses de aplicación de la Ordenanza. Se ha interesado también por el plan de inspecciones que asegura su cumplimiento, por los medios personales y materiales con los que se cuenta, por el número de denuncias registradas sobre el ruido y, finalmente, por otras molestias que se hayan podido ocasionar desde su entrada en vigor.