La Cátedra de Ética Ambiental Ambiental Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno-Universidad de Alcalá se ha propuesto unir dos de los ODS de Naciones Unidas; la Acción por el Clima y el Consumo Responsable. Su objetivo en base a estos dos ODS es concienciar a las personas respecto a sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de sus hábitos cotidianos, ya que "más del 70% de los de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que provocan el calentamiento global son debidos al transporte, la comida y la climatización del hogar" y en consecuencia a esta consciencia tomar decisiones que ayuden a reducirlas.
Estas emisiones son la denominada huella de carbono (HC) y, para ser conscientes de nuestra responsabilidad y mejorar nuestros hábitos, la Cátedra de Ética ha presentado el Observatorio de la Huella de Carbono que calcula cuál es nuestra HC personal.
Este Observatorio de la huella de carbono es un puente en el camino a nuestra consciencia como consumidores y productores de esos niveles de contaminación. En el Observatorio de la huella de carbono podemos comprobar cuanto contaminamos en nuestras acciones de consumo habituales; ya sea en la alimentación, en el transporte y en la vivienda.
Desde el Observatorio nos plantean varias preguntas: ¿Cómo nos transportamos?, ¿Qué electrodomésticos utilizamos?, ¿Qué pregunto cuando voy a comprar un coche?
A todas estas preguntas hay una respuesta concreta en el Observartorio de la huella de carbono, donde se puede comprobar que impacto tienen nuestros hábitos en los diferentes ámbitos.
Desde la Cátedra están "impulsando que se etiquete la huella de carbono de los productos que compramos y pensamos que sería una buena iniciativa incluir en la nueva Ley de Cambio Climático que está estudiando el Congreso de los Diputados".
"Sería una manera de ser más conscientes del impacto que tiene lo que consumimos. En nuestro ámbito, primero hay que apostar por la reducción de emisiones y después compensar aquellas que no haya sido posible evitar."
En 2003 se produjo una ola de calor, que provocó una mortalidad de 70.000 personas
En la presentación del Observatorio de la huella de carbono los presentes han detallado cual es la situación actual referente a la contaminación y el cambio climático.
"El mundo se calentado, no solo la tierra, si no también el mar. Los océanos mantienen el calor"
Entre los asistentes se encontraba, José Manuel Moreno Rodríguez, Catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha y Vicepresidente del Grupo II del IPCC que ha explicado en base a diferentes datos de distintos estudios la situación actual en la que expone que "hay que actuar para ayer", debido a que nuestra emisión de CO2 está teniendo un gran impacto desde hace años y que actualmente estamos "emitiendo 50 "gigatoneladas" de CO2 y no hay capacidad técnica para asumirlo", lo que está repercutiendo actualmente como por ejemplo, en los océanos "La cantidad de CO2 es tal que estamos bajando el ph del océano" debido a que el ph del océano está 'tamponado' "El ph del mar seguirá disminuyendo". Respecto a los océanos también es importante el dato del aumento de su nivel, "La incertidumenre en el nivel de mar es real; si nos quedásemos con 2º aumentaría 50 cm, y se sumaría a los 20 cm"
José Manuel a lo largo de su exposición ha hablado de como el cambio climático afecta también a la producción de los alimentos, como " el trigo ha disminuido un 2% su cosecha", y lo mismo ocurre con el arroz, la soja, etc. La capacidad de producción de la tierra también se ve afectada.
El impacto de las olas de calor
Concluyendo, el Vicepresidente del Grupo II del IPCC, José Manuel Moreno ha hecho hincapié en que las oleadas de calor existen y que ya en 2003 se produjo una ola de calor, que se tradujo en "una mortalidad de 70.000 personas". A precedido que a este ritmo habrá largas temporadas de calor extremo algo que en ciertos países se podrá esquivar en cuanto a los "desplazamientos horizontales que se consigue un desplazamiento en vértical" Es decir, viajar a otros sitios en los que la temperatura sería más baja. Esta vía de escape no sería posible en otros lugares que no tengan acceso a un cambio de temperatura ligado al cambio de zona.