La paciencia de la Comisión Europea con el aire ahumado de la capital se ha agotado. España estaba contra las cuerdas debido a los incumplimientos de las normativas que limitan la contaminación no solo en ciudades como Madrid, Barcelona o Granada, sino también en otros puntos conflictivos de la región como el Corredor del Henares. La posición contundente de Bruselas revela que esta situación destaca como un problema generalizado que marca la agenda de prioridades de los grandes municipios de la región, quienes ya han puesto en funcionamiento su particular ‘Madrid Central’.
Aunque solo Coslada rebasó junto a Madrid el límite de 40 microgramos de NO2 de media en 2018, otras localidades como Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés o Torrejón de Ardoz, al borde del ‘abismo’, han abordado actuaciones concretas como peatonalizaciones, nuevos parques o protocolos con limitaciones de circulación para episodios de alta polución.
Corredor del Henares
La inclusión del Henares en el expediente de la Comisión Europea remite a los valores registrados por la estación de Coslada, que según los datos de la red de Calidad del Aire de la Comunidad de Madrid superó el año pasado en siete ocasiones los máximos previstos por la UE. Así, el consistorio local gobernado por el PSOE aprobó el pasado mes de marzo su plan, además de otras medidas como la plantación de 600 árboles o dar la bienvenida al ‘carsharing’.
El resto de grandes localidades de la zona como pudieran ser Torrejón de Ardoz o Alcalá de Henares, lideradas por PP y PSOE respectivamente, han creado o reformado un centenar de parques y habilitado anillos ciclistas, además de incorporar autobuses propulsados por gas natural comprimido.
Los gobiernos confeccionan sus propios protocolos contra la polución mediante medidas como la peatonalización o modalidades de transporte sostenibles
Cinturón Sur
La red de la Comunidad cuenta con un total de 23 estaciones, de las cuales las situadas en el sur están al borde de rebasar los límites legales. De hecho, aunque en 2018 no se superó en la media anual, sí se hizo en los meses de enero, febrero, septiembre, octubre y diciembre, con picos de hasta 53 y 54 microgramos en Getafe y Alcorcón. Leganés, que excedió el umbral el año pasado, cuenta con una zona centro peatonal, con la velocidad limitada en determinadas vías a 30 y 40 kilómetros por hora.
Móstoles, el municipio más poblado de la región con más de 200.000 vecinos, cuenta también con un plan para emisiones de ozono y otro para NO2, igualmente con restricciones al tráfico y a fábricas y comercios. Getafe, Parla y Alcorcón son la excepción y aunque han avanzado en peatonalizaciones y en el cierre al tráfico general en algunas calles, aún no han aprobado ningún plan para las emisiones de nitrógeno.