En 2017, la Asociación Vecinal de Quintana inició una campaña contra los anuncios de pequeño tamaño que ofrecen servicios sexuales, colocados en los parabrisas de los coches aparcados en las calles del distrito.
Ante el aumento de esta problemática tras la pandemia, se retoma la iniciativa y colaboración entre asociaciones vecinales y otros colectivos ante las explícitas imágenes que se muestran, sin ningún tipo de control ni respeto, lo que tiene consecuencias como que los niños recojan estos 'flyers' y jueguen con ellos como cromos.
Hemos hablado con Ana Martínez, la presidente de la A.V de Quintana, para conocer en profundidad no solo el "No acepto", sino también los efectos de este tipo de publicidad y del negocio de la prostitución como tal. "En los coches, puedes quitar entre cuatro, seis y hasta quince papelitos de este tipo de propaganda sin esforzarte demasiado", nos traslada Ana cuando le preguntamos cuál es el estado actual del problema.
"Una acción criminal"
"Los papás y las mamás crían a sus hijos en unos valores que, cuando salen a la calle y ven estas cosas, se pierden". Así de contundente se muestra Ana, ya que cuando comenzó el "No acepto publicidad de prostitución", fue promovido por las AMPAS.
Así, preocupan, sobre todo, los adolescentes, ya que esta difusión ha supuesto que se normalice "la posibilidad de acceso al sexo, como cualquier otro ocio como ir a jugar al fútbol a la cancha". Algo que es tremendamente peligroso.
"Si ya de tan jóvenes están pagando, el respeto a la mujer se pierde total y absolutamente" y temen que, por consiguiente, "terminen por ser maltratadores".
¿Qué pasa con las mujeres?
Doblemente esclavas. Muchas de las mujeres que prestan este tipo de 'servicios sexuales' son extranjeras y vienen engañadas. Llegan y se dan cuenta de que son esclavas no solo de la mafia que les trae, sino también de los clientes. "Están aquí sin papeles y muchas ni existen, no tienen ni asistencia sanitaria".
La presidenta de la A.V se muestra contundente y es que "como mujeres de a pie, este tipo de propaganda creo que nos denigra y que debemos hacer un esfuerzo muy grande por ayudar a estas mujeres, que están trabajando en pisos y considerarlas unas vecinas".
No queremos mafias. Queremos barrios limpios
¿En qué consiste la campaña?
Las primeras acciones consistieron en la colocación de folios por dentro de los coches: "No acepto publicidad de prostitución". El objetivo era la disuasión, no obstante, "no hicieron ni caso y siguieron poniendo su propaganda".
Al comenzar a mover el tema en redes sociales, comenzaron a percibir que se trataba de una problemática que afecta no solo a Ciudad Lineal, sino a la región en su conjunto. Incluso, se han llegado a sumar al "No acepto", hasta 13 distritos más. "Queremos darle la mayor difusión posible", nos traslada Ana.
Actualmente, hay disponibles puntos de recogida donde poder depositar este tipo de propaganda y limpiar los barrios, además de informar a la ciudadanía de lo que supone esta 'contaminación sexual'.
"Esperamos que las autoridades cumplan con la ley"
Ante la pregunta de qué es lo que se demanda desde el movimiento vecinal, la A.V de Quintana lo tiene muy claro: que se cumpla con la ley. No quieren que ningún partido político abandere la lucha, pero sí que sean conscientes de ello y que cada uno de los grupos que conforman el Consistorio "haga lo que esté dentro de sus posibilidades".
"El proxenetismo está prohibido. La difusión de propaganda está prohibida. Que se cumplan las leyes".
|OPINIÓN DE LA REDACTORA|
Incluso, nos habla de que en una ocasión se recogieron 52kg de estas papeletas, una cantidad que debería hacernos reflexionar sobre lo que consumimos de manera visual y el mensaje que se da con ello.
La prostitución y la explotación sexual NO son un trabajo como otro cualquiera, las mujeres que lo ejercen, en su mayoría, no son libres, y quienes recurren a estos servicios, no solo forman parte del problema, sino que también lo agravan y hacen que cada día la cárcel en la que están inmersas las mujeres que están siendo explotadas sexualmente, tenga los barrotes cada vez más gruesos.
