Madrid contará a partir de 2026 con una nueva estación de tren en Chamartín que aspira a ser un referente de la movilidad sostenible. Un proyecto en el que la metodología BIM juega un papel protagonista.
La transformación de la estación Madrid-Chamartín Clara Campoamor progresa adecuadamente. Un proyecto ambicioso con el que se va a duplicar el tamaño de sus instalaciones sin dejar de estar operativa para no perjudicar a miles de usuarios. La estación, que se estrenó en los años 70, se convertirá en núcleo estratégico de una movilidad sostenible, multimodal e inteligente. Y todo ello con la inestimable ayuda de la metodología BIM (Building Information Modeling).
Esta nueva infraestructura, liderada por la empresa pública Adif con la colaboración del grupo Typsa, permitirá a la ciudad de Madrid mejorar la conectividad y comodidad de sus viajeros. El entorno de la estación también sufrirá profundos cambios en los próximos años con el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, que incluyen importantes mejoras en la red de transportes e importantes afecciones a las principales redes de distribución de la capital. En su conjunto, las inversiones superarán los 1.000 millones de euros.
El proyecto plantea la creación de cuatro nuevas vías, todas ellas de alta velocidad, junto con dos andenes nuevos. Así, la estación de Chamartín pasará a ser un enclave con 25 vías, 13 de Cercanías y 12 de alta velocidad. También se va a reformar el vestíbulo principal, que duplicará su espacio (de 10.000 a 20.000 metros cuadrados) y tendrá un estilo más luminoso, moderno y diáfano. Se desarrollará en tres ámbitos: una zona de embarque para alta velocidad con doble altura; una para Cercanías; y un vestíbulo común en forma de gran pasillo longitudinal.
La transformación de la estación Madrid-Chamartín Clara Campoamor progresa adecuadamente. Un proyecto ambicioso con el que se va a duplicar el tamaño de sus instalaciones sin dejar de estar operativa para no perjudicar a miles de usuarios
La previsión es que cuando terminen las obras, en verano de 2026, el número de usuarios en Cercanías aumente entre un 25 y un 30% más, mientras que en alta velocidad se cree que podría llegar a duplicarse el número de viajeros, que en 2022 fueron 29,9 millones.
La reforma se está llevando a cabo en base a elementos de sostenibilidad, entre los que destacan, el uso de materiales naturales y reciclados; la circularidad para conseguir un ciclo cerrado de la huella de carbono; el consumo y gestión responsable del agua, y la generación y aprovechamiento de energía mediante captadores solares fotovoltaicos sobre la mayor parte de la superficie cubierta.
Y en este camino hacia unas infraestructuras más sostenibles e inteligentes, el uso de la metodología BIM resulta de gran ayuda. Y es que “BIM permite a Adif centralizar toda la información de las distintas actuaciones en el ámbito de Chamartín-Clara Campoamor (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que intervienen”, explica Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la empresa Espacio BIM (www.espaciobim.com).
Dada la envergadura del proyecto de Chamartín-Clara Campoamor y la gran cantidad de información que se maneja, explica José Rafael Álvaro Domínguez -Jefe de Sección de Proyectos Especiales del Departamento de Obras Lineales de Typsa y BIM Manager del contrato- en la entrevista publicada en la sección AbiertoXObras de la mencionada consultora, “es preciso dotar de datos a todo el proceso de coordinación, documentando las actuaciones, la previsión de costes, la planificación de las actuaciones, y la gestión de las interferencias que se están generando mientras avanzan las obras y se redactan los proyectos de construcción. Hay que trabajar con muchos equipos multidisciplinares y es muy importante que la base de datos sea única y compartida”.