El rastro, con más de 400 años de historia, es un mercadillo al aire libre de objetos de segunda mano. En él se pueden encontrar cosas variadas, desde pela-patatas, hasta enchufes. Está situado en la Calle de la Ribera de Curtidores y se celebra los domingos y días festivos de Madrid.
En la zona donde se encuentra El Rastro se encontraban, cercanas al matadero, las curtidurías. Su nombre viene del rastro de sangre que dejaba el traslado de las reses hasta dicha zona.
Este mercadillo es la opción de la mayoría de turistas que visitan Madrid. Se ha vuelto divertido dar una vuelta por él e indagar en la inmensa cantidad de objetos antiguos que en él se encuentran. El hecho de tener que pagar un determinado precio es un detonante importante a la hora de hacer planes.
El Rastro es ideal para pasar una entretenida mañana de domingo
Museos y Teatros
Los turistas optan por pasear por el famoso mercadillo madrileño, evitando así tener que pagar el precio de una visita guiada por alguno de los museos de la ciudad. En estos museos hay determinados días y determinadas horas en los que la entrada es gratuita. El problema es que, por ser gratuita, la cola que hay que hacer impide a muchos visitantes acceder gratis.
El precio de los museos varía. No todos tienen un coste elevado. Entrar al Teatro Real cuesta 3 euros. Ver el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía tiene un precio de 10 euros. La cifra aumenta si hablamos queremos acceder al Museo Thyssen (12 euros) o al Museo Nacional del Prado (15 euros).
Pasear por El Rastro parece el plan perfecto para un domingo. Patearlo de punta a punta y, al acabar de visionar todo lo que hay en él, tomar tapas en lugares típicos de Madrid.
Es importante cuidar bien los objetos personales que porte cada uno. Este mercadillo es una de las zonas calientes donde actúan los carteristas.