Y tras la exhibición de Laprovittola, el derbi. Movistar Estudiantes y Real Madrid cerraban unos cuartos de final de la Copa del Rey 2019 espectaculares. Un partido en el que la grada madridista se hizo notar desde el principio -aunque el resto de aficionados animase a Estudiantes-.
Con la duda de Llull hasta los momentos previos, arrancaba un duelo marcado por lo emocional. Y para darle más interés, mate de Arteaga en la primera jugada para adelantar a Movistar Estudiantes.
Otra de las estrellas del duelo, Darío Brizuela, no tardaba en aparecer. Triple del 8 de Estudiantes para ampliar la ventaja de los colegiales. Ayón, por los blancos, conseguía dar la vuelta al marcador en los primeros compases del encuentro.
Y Campazzo, sabedor de la exhibición que nos había brindado su compatriota, arrancaba su actuación con un triple que levantaba a los aficionados madridistas. Sin embargo, Estudiantes no se quedaba atrás. Un triple de Omar Cook, más los puntos bajo el aro de Arteaga, mantenían en la lucha a los azules.
Imagen: ACB Photo
Bajo la dirección de un Campazzo espectacular, y con el apoyo en la pintura de Gustavo Ayón, el Madrid conseguía su máxima ventaja en el primer cuarto, llevando el marcador al 23-14. Los triples de Carroll, Clavell y Deck marcaban un final de primer periodo en el que saltaba al campo Sergio Llull.
Y con un ajustado 29 a 27 en el marcador se ponía en juego el balón en el segundo cuarto. Rudy se estrenaba en el encuentro con un triple para subir la distancia a 7, con un Estudiantes que basaba su juego en el acierto exterior.
De nuevo Rudy, con un triple y un robo que acababa en canasta, obligaba a Movistar Estudiantes a parar el partido. A pesar de su intensidad defensiva, los colegiales eran incapaces de seguir el ritmo en ataque de un Madrid muy superior en ambas facetas del juego.
Y, de esa manera, el Real Madrid dejaba sentenciando el partido al borde del descanso. Una canasta de Tavares le servía para poner los 50 puntos en el marcador, subiendo a 16 la ventaja con Estudiantes.
Gustavo Ayón, en la pintura, lideró a un Real Madrid muy superior durante todo el encuentro
Pero si la ventaja que había logrado el Real Madrid en la primera mitad, el equipo blanco salía del vestuario aun más motivado. Las ganas de cerrar el partido cuando antes hacían que, gracias a las canastas de Carroll, Ayón y Campazzo, el marcador se fuese hasta el 63 a 39.
Las diferencias se fueron hasta los 27 puntos, con un Estudiantes que perdió la moral con las canastas de los madridistas, a pesar del buen inicio de partido firmado por los de Josep Berrocal.
El tercer cuarto perdió la emoción de la previa, de ser un derbi en la competición copera tantos años después. Arteaga, de 3, intentaba maquillar un resultado que, pronto, Ayón, el máximo anotador de los blancos, volvía a ensanchar.
Un marcador que sirvió, sobre todo, para que Pablo Laso diese descanso a jugadores importantes como el propio Ayón, y minutos a jugadores que lo necesitaban, como es el caso de Sergio Llull.
Al final del tercer periodo, 73 a 48 para los madridistas. El base menorquín del Madrid, Llull, mejoraba su estado de forma según pasaban los minutos, como se pudo comprobar con el triple anotado al inicio del último cuarto.
Y a pesar de la distancia en el marcador, Pablo Laso pedía un tiempo muerto para ajustar la intensidad de su equipo. Un ajuste que parecía tener su resultado en el marcador, que se iba al 83 a 54 con las canastas de Felipe Reyes y Sergio Llull a los 5 minutos de parcial.
Con unos minutos finales sin más emoción que la de saber en cuánto acabaría la ventaja madridista, los aficionados blancos comenzaron a pensar en su rival en semifinales: el Joventut de un histórico Nicolás Laprovittola. Al final, el Real Madrid se llevó la victoria en el derbi por 94 a 63 ante Movistar Estudiantes.