Hay pocos momentos en la historia en los que se hayan experimentado momentos tan convulsos como el actual. Para nuestra suerte, o nuestra desgracia, estamos asistiendo a un momento político muy agitado, plagado de rupturas y resurgimientos. En esa vorágine de cambios surge `Actúa´, un proyecto político “integrador y de izquierdas” que cuenta con populares embajadores. Es el caso de Baltasar Garzón. Sobran las presentaciones para quien fuera uno de los rostros más mediáticos de los tribunales hasta su inhabilitación como juez de la Audiencia Nacional en 2012. Ahora, regresa a la política y lo hace con una visión crítica, un mensaje de consenso y espíritu reivindicativo.
De egos y vendettas
¿Dónde reside el origen de la tradicional fragmentación de los partidos de izquierda? Garzón lo sitúa en la “falta de diálogo y la intransigencia” para aceptar las posturas de otros partidos de ideologías similares y enarbola el proyecto “integrador” que representa `Actúa´. “Si hiciéramos una lista de coincidencias y de divergencias estaríamos más con las coincidencias, entonces la pregunta que surge es ¿por qué no se consigue esto?, ¿son personalismos o vendettas internas en cada uno de los partidos?”.
Baltasar Garzón presenta `Actúa´/Imagen: Redacción
Para Garzón la última ejemplificación de la defensa de siglas por encima del consenso lo vivimos en las pasadas elecciones. “Hubo una posibilidad de que el Partido Socialista, Podemos gobernaran, sin embargo, por cuestiones, desde mi punto de vista, meramente coyunturales y cosméticas no se pusieron de acuerdo”.
Diseñar, construir y reivindicar
“Me siento español y andaluz”. Toda una declaración de intenciones con la que Garzón reivindicó el modelo de estado federal. “España es un crisol aunque algunos se empeñan en decir que todos somos iguales, que todos tenemos una especie de pensamiento único”. Un debate que está a la orden del día tras lo sucedido con el procés y la batalla que se está viviendo, a nivel judicial y mediático. “No creo que haya presos políticos, lo que ocurre es que está habiendo medidas judiciales desmesuradas que pueden hacer que parezcan que están rodeadas de aspectos políticos”.
Garzón no esconde sus discrepancias con una justicia a la que él mismo ha servido y que, en cierta ocasión, le dio la espalda. Pese a su experiencia personal se describe como “un hombre de leyes”. “En la justicia claro que tengo que creer sino sería la selva. Lo que pasa es que la justicia no significa los que representan a la justicia”.
Garzón emprende una nueva política en la que su papel será el de salir a escena para “construir”. “Mi aspiración vital ahora es participar y hacer que nos indignemos, que reaccionemos. No podemos seguir adormecidos permanentemente ante lo que nos cuentan”. Ahora nos toca levantarnos del sillón de cine y participar en la escena.