La desafección política es un hecho. Los ciudadanos y ciudadanas cada día se sienten menos representados por sus políticos. Como consecuencia, ya no solo ven la política como algo 'ajeno', sino también como "pedante" e, incluso, en ocasiones "inservible".
Sentada desde mi humilde silla en la redacción, no les culpo. Y menos viendo en lo que se han convertido las diferentes Cámaras: un auténtico campo de batalla en el que las faltas de respeto han conseguido (al menos, aparentemente) ganarle la batalla a los debates políticos fructíferos.
En nuestra capital, la situación sigue la misma premisa. Las sesiones de Cibeles, que se llegan a extender hasta las 7 u 8 horas, se han tornado en una cita política "pesada", donde su visionado ni siquiera se plantea por parte de muchos ciudadanos: "Qué pereza", me comentan muchos de mis amigos.
En el Pleno se debaten las cuestiones más relevantes para el día a día de los madrileños y el futuro de la ciudad, pero la 'desconexión' con el 'mundo exterior' a las cuatro paredes del Ayuntamiento comienza a ser demasiado intensa.
El pasado día 28 tuvo lugar el pleno del mes de febrero. La 'cita política' más cercana al 8 de Marzo, un día señalado en el calendario y con mucha relevancia para las Administraciones. No obstante, la forma en la que comenzó ya vaticinaba cómo iban a desarrollarse las siguientes intervenciones.
Luis Cueto, candidato a la Alcaldía de Recupera Madrid, la primera agrupación de electores de la ciudad; 'abría la veda' y comenzaba 3 minutos intensos (y bastante desafortunados) en los que 'desgranó' la agenda del alcalde durante el último mes.
Estoy de acuerdo con fiscalizar la actividad de nuestros políticos. Es el trabajo no solo de la oposición, sino también el nuestro, el de los medios de comunicación.
Sin embargo, considero que la minuciosidad utilizada por el edil 'Carmenista' no solo fue inútil, sino también el motivo perfecto para justificar la desafección ciudadana que mencionaba con anterioridad.
Me dan ganas de cerrar esta intervención inicial y atender al resto de Grupo Municipales que van a plantear cuestiones mucho más interesantes que el conjunto y la sarta de chorradas que usted ha dicho aquí
La política municipal no solo es apasionante, sino también decisiva. No debemos perder de vista que lo que más nos afecta, siempre es lo que más de cerca nos toca. Por eso, no le encuentro el sentido a 'desperdiciar' el tiempo en el estrado de estas maneras.
Las cámaras de Cibeles lograron captar las caras de algunos de los concejales del resto de Grupos Municipales en aquel momento, y ya os lo adelanto: incredulidad.
La 'tesis' que Cueto trataba de defender (sin mucho éxito) era la del "alcalde víctima de su agenda institucional", un reproche 'camuflado' en relación a su "ausencia" en momentos y escenarios "clave" para los de Cueto.
Almeida replicaba la intervención aludiendo a que "no he visto mayor chorrada en el tiempo que llevo en el Pleno".
En tono serio y con una calma en sus palabras a la que no nos tiene muy acostumbrados, Martínez-Almeida 'venció' a su rival señalando la búsqueda de "intentos de protagonismo casi infantiles". Una "pérdida de tiempo" para los presentes y ciudadanos.
Así, termino esta opinión haciendo una petición formal dirigida a todos y cada uno de los concejales y concejalas de Cibeles:
Por favor, dedíquense a aquello para lo que los ciudadanos y ciudadanas han depositado su confiado en ustedes, todos sabemos que el trabajo se torna más fácil cuando más que datos, iniciativas, reuniones y proyectos, los debates se vertebran en torno a cuestiones personales y privadas de sus políticos.
Tengan un poco de decoro y céntrense en la que es su labor: mejorar la vida de la ciudadanía con política útil. Comiencen a centrarse en lo que de verdad importa que, desde luego, va mucho más allá de las desavenencias entre partidos y partidarios.
Para hablar de 'bodas, bautizos y comuniones', al igual que para gritos e insultos, hay tiempo y espacio de sobra fuera de la Cámara.