Los vecinos de los distritos de Arganzuela, Fuencarral-El Pardo, Puente de Vallecas, Hortaleza, Vicálvaro y San Blas-Canillejas, junto a un jurado de expertos de arte urbano, han seleccionado las propuestas ganadoras del concurso de intervenciones artísticas Compartiendo Muros, cuya temática gira en torno al fomento de la lectura.
Una vez conocidas las propuestas ganadoras, el ayuntamiento de Madrid iniciará los trámites para ejecutar estos murales en bibliotecas públicas municipales de estos distritos antes de fin de año. Para su desarrollo, el presupuesto del proyecto es de 128.260 euros, en el que se incluyen 3.630 euros en concepto de premio para cada uno de los ganadores.
Compartiendo Muros es un programa de intervenciones artísticas cuya creación se incluía en los Acuerdos de la Villa. Su objetivo es dar cabida a la iniciativa ciudadana en la mejora del paisaje urbano a través de intervenciones murales en espacios de titularidad pública con la intervención de artistas y vecinos en los 21 distritos de Madrid. En esta primera convocatoria, el concurso ha estado dirigido a los seis distritos mencionados y al de Barajas, que finalmente ha quedado desierto al no haberse presentado ninguna propuesta, por lo que será incluido en la próxima convocatoria.
El objetivo es dar cabida a la iniciativa ciudadana en la mejora del paisaje urbano a través de intervenciones murales en espacios de titularidad pública
Tal y como anunció el jurado el pasado 16 de junio, han resultado ganadoras las siguientes propuestas artísticas:
"El árbol de la Ciencia", de la artista Noelia Jiménez Portilla, en la biblioteca Pío Baroja del distrito de Arganzuela. La propuesta representa el significado del libro homónimo de Pío Baroja. Con él, su autora pretende que todo el que se detenga a leer este mural sea capaz de bailar al ritmo de la palabra, conectar con el ritmo de la naturaleza y de la vida, además de alcanzar un saber alegre en un árbol donde la razón y la experiencia se encuentran. La ciencia de la vida y la vida de la ciencia se convierten en un baile que se extiende, contagiando al entorno y a sus gentes.
"Lectura como experiencia de viaje" del artista Iñaki García Esteban en la biblioteca José Saramago del distrito de Fuencarral-El Pardo. Se trata de una creación artística con mucho movimiento que transporta a diferentes escenarios que proceden de los libros. Libros volando, un niño leyendo, una composición dinámica, referencias a libros de José Saramago o alusiones a esculturas urbanas del distrito son algunos de los componentes de esta propuesta.
"Contra el olvido" de la artista Amaya Arrazola en la biblioteca Pozo del Tío Raimundo del distrito de Puente de Vallecas. Esta propuesta quiere dar un espacio de visibilización a Las Sinsombrero, grupo de mujeres españolas que destacaron en el ámbito literario y artístico pertenecientes a la Generación del 27 que se vieron invisibilizadas por motivos políticos y sociales. El mural recrea de manera simbólica a cada de estas mujeres como si fuera un puzle.
"¡A la aventura!" de la artista Nuria Tort Llorach en la biblioteca Huerta de Salud del distrito de Hortaleza. Este proyecto se presenta como una obra inspiradora que encarna el espíritu indómito de la literatura. Quiere simbolizar la esperanza, la guía y la seguridad que pueden proporcionar los libros en medio de la incertidumbre, además de resaltar la importancia de preservar y cuidar la lectura.
"Patrón positivo" del artista Michelangelo Marra, en la biblioteca Francisco Ayala del distrito de Vicálvaro. La propuesta plasma un patrón figurativo donde los personajes intercambian libros. En la derecha del mural una mano sujeta un libro y en su portada se lee “libr(o)s y libr(e)s”. Los libros libres de las bibliotecas públicas, los libros que dan libertad y el conocimiento y la cultura como medio para ser libre. Una comunidad heterogénea que comparte libros.
"Después de todo" del artista Diego Vicente San Segundo en la biblioteca José Hierro del distrito de San Blas-Canillejas. En este caso se trata de una pieza inspirada en el poema Vida del escritor José Hierro, donde las palabras todo y nada, se repiten de forma continuada contraponiéndose entre sí. De la misma forma que el poeta, este mural trata de jugar con la dualidad: colores fríos y cálidos, día y noche, abstracción y figuración… para generar un diálogo a tres bandas entre edificio, poema y pintura.