Los nervios, la incertidumbre, las largas horas de estudio encadenando cafés, etc. Así asumen los estudiantes de bachillerato la recta final del curso para aprobar la Evau, Evaluación para el Acceso a la Universidad. Un examen que determinará el grado universitario que va a estudiar y, por ende, su futuro profesional y personal.
La llegada del Covid-19 a España ha dejado una despedida de curso de lo más atípica. Las clases online y el temario en formato remoto ha dificultado, en muchos casos, la labor de estudiantes y docentes durante este último tramo del bachiller.
Muchos estudiantes, ante la suspensión de clases, consideran que este curso ha sido más difícil, a lo que se añade el examen de la Evau que supone una prueba de conocimiento que determinará el grado universitario al que puedan acceder.
Carla Alonso, estudiante que lucha por conseguir una plaza en el grado de Trabajo Social, afirma que a los profesores “tuvimos que sugerirles que nos dieran clase porque a nosotros no nos daban. Nos hemos buscado nosotros la vida”. Según su propio testimonio esta circunstancia ha provocado que hayan “tenido que buscar ayuda de amigos, profesoras particulares… y eso lo he notado un montón en la Evau”.
Pero estos nos son los únicos estragos que ha dejado la formación online ya que Ana Coll ha afirmado a este medio que un docente afirmó que “si no tenemos un micro, tenemos un cero en el examen”. Esta circunstancia supuso un aluvión de quejas por partes de los docentes ya que, como afirma la propia estudiante, “la clase se quejó porque alguien puede no tener y no por eso se merece un cero”.
Las medidas y distancia de seguridad también han sido un factor condicionante a la hora de comenzar los exámenes ya que cada facultad ha llevado a cabo un protocolo según el testimonio de los propios estudiantes. Algunos centros educativos han abogado por el uso indispensable de gel hidroalcohólico, otros, por regalar botellas de agua a los estudiantes. Sin embargo, la única regla común para todos los jóvenes ha sido el uso de mascarillas y la distancia de seguridad entre compañeros.
Ana Coll, ha afirmado que en el examen “había que llevar mascarilla siempre dentro del edificio y todos los alumnos estábamos sentados muy separados, pero tampoco mucho ya que con los que se sentaban delante estábamos muy pegados”. En el caso gel “te lo echabas tú cuando tu querías. Nadie te lo mandaba”. Carla Alonso también afirma que “las distancias de seguridad sí se han cumplido”, en embargo, afirma que en las filas “estábamos todos juntos”.
Una vez finalizado el periodo de evaluación de los estudiantes y con los resultados ya publicados, desde este medio queremos animarle a creer en si mismo y en lo que quiere hacer. Que sea consciente de que hay algo en su interior más grande que cualquier obstáculo y que con la consecución de objetivos llegarán a la meta.