El panorama musical español está de luto. La histórica banda de rock Extremoduro ha anunciado su “separación definitiva”. El grupo utilizaba su perfil en redes sociales para dirigirse a sus incansables seguidores: “después de tanto tiempo sin dar señales de vida, nos ponemos en contacto con vosotros para anunciaros la separación del grupo”, aseguraba el conjunto liderado por Robe Iniesta desde su fundación en 1987. Fue entonces, y solo entonces, cuando sus fans acérrimos lamentaban la pérdida con el alma a trozos, incrédulos e incapaces de dejar ir la banda sonora de sus vidas. Este solo sería el comienzo del resurgir de un sinfín de teorías que buscaban un atisbo de esperanza.

“Queremos que sepáis los motivos de primera mano y esperamos que nos comprendáis. Para trabajar de la manera en que nosotros hemos trabajado tanto tiempo, es imprescindible tener una compenetración muy, muy especial. Ahora, esa compenetración tan difícil de conseguir y mantener, aunque existe, no es la misma”, rezaban sus palabras. “Por eso hemos preferido dejarlo aquí, para quedarnos siempre con el recuerdo de tantos años felices, y porque nos parece lo más honesto. Seguimos y seguiremos siendo compañeros de viaje, aunque de otra manera, pero siempre compañeros”. La elegancia de unas palabras que cogieron por sorpresa a millones de personas a lo largo y ancho del país no cicatrizaba una herida que acababa de ser abierta sin anestesia.