Lo que parecía que sería unos pocos días con las calles de Madrid engalanadas de nieve, se ha ido convirtiendo en un grave problema para la capital.
Los ya conocidos daños en arbolado, negocios, calles, caídas y molestias en general en todos los ámbitos de la vida, se le ha sumado la problemática de la contaminación.
La concentración de dióxido de nitrógeno estos días ha provocado que se reactive el protocolo de contaminación del aire desde el pasado domingo hasta ayer, con limitaciones de velocidad en la M-30 y accesos en la capital.
"La contaminación se disipa por movimientos verticales del aire, burbujas de aire que suben y por movimientos horizontales, ahora tenemos las condiciones ideales, calma chicha, inversiones térmicas y nieve en el suelo”, explicaba a El Independiente Cayetano Torres, Delegado de Agencia Española de Meteorología (Aemet) en Madrid.
De los daños materiales causados por el temporal se ha llegado al problema de la contaminación en Madrid
Torres explicaba también que "la calidad del aire depende de la situación atmosférica y de las fuentes emisoras". Cuando hay un anticiclón se forma una inversión de subsidencia, "una inversión de subsidencia lo que significa es que el perfil de temperatura está invertido, a más altura más temperatura. Esto ha producido que hubiera temperaturas más altas en Alcalá de Henares que en el puerto de Navacerrada.
Esto causa que las emisiones contaminantes no suban y se encuentren más bajas, haciendo más visible la boina de contaminación y detectándose por las estaciones que miden las emisiones.
Otro de los motivos es que la presencia de hielo en el suelo, no permite que los rayos de Sol calienten el suelo y al no calentarse, no hay turbulencia. Así la contaminación queda atrapada en la capa donde se respira. Todo lo que se produce con coches, motos y calefacciones sube a la atmósfera y no se disipa.
Aunque debido al temporal se han reducido los viajes en coche, todo apunta que la calefacción ha sido el principal emisor, debido a las bajas temperaturas de esta semana.
“Los vehículos son, según el Inventario de Emisiones de la Comunidad de Madrid, los responsables del 64% de las emisiones de óxidos de nitrógeno, pero tiene sentido que sea más la calefacción. En cualquier caso lo que tenemos claro es que la responsabilidad es de los combustibles fósiles, sea en calefacciones o en coches”, aseguraba Adrián Fernández, de Greenpace.