Desde que comenzaron a verse los primeros atisbos de que el 'fin' de la pandemia estaba cerca, nuestro ocio comenzó a aumentar. El confinamiento fue duro para todos y, sobre todo, para quienes tenían un negocio en el sector de la restauración. Necesitaban de una 'inyección' que les permitiese retomar sus servicios. Así, la ciudad comenzó a llenar sus calles de terrazas en las que encontrar un hueco se tornaba como 'Misión Imposible', de manera que hubo que ampliar sus espacios. No obstante, nuestras vidas cada día dan un paso más para volver a la "normalidad", pero los vecinos de Madrid se sienten decepcionados con esta 'nueva realidad'.
Es bien sabido por todos las 'idas y venidas' (reuniones continuas, negociaciones, enfrentamientos entre grupos políticos...) en la nueva ordenanza de terrazas impulsada por el Ayuntamiento y, en particular, por la vicealcaldesa. Así, los vecinos de Chamberí convocaron una protesta el otro día ante el "autoritarismo y descontrol" por parte de su concejal, Javier Ramírez. Los chisperos alegaban en la convocatoria que: "El Ayuntamiento de Madrid y de forma singular, la Junta de Distrito de Chamberí, han sido abducidos por el ocio sin control de la hostelería y el ruido. Buena parte de nuestras calles y zonas de aparcamiento ya son terrazas y los decibelios han ganado la batalla al sueño nocturno y al descanso".
Así, en "Soy de Madrid" hemos hablado con una de las organizaciones convocantes de esta concentración: la Asociación Vecinal 'El Organillo' de Chamberí. Su portavoz, Pilar Rodríguez, nos ha trasladado la cotidianidad de los vecinos en cuanto a la nueva ordenanza de terrazas. Pilar ha comenzado explicándonos que si esta norma tiene tantos 'detractores' es porque "no mejora la vida vecinal" y que el problema fundamental es que "no respeta el espacio público y no piensa en el descanso de los residentes en las zonas que están llenas de actividad de ocio".
Las ya ampliamente conocidas como 'zonas saturadas' han sido todo un emblema de esta normativa, sin embargo, desde 'El Organillo' nos cuentan que "están muy mal definidas". En teoría, son espacios donde "hay muchas terrazas", pero nos cuenta como al llevarlo a la práctica "se ha liado la manta": "si ocupan más de un determinado % de la acera, se consideran zonas saturadas pero, en la práctica, ves que esa situación se da" y, sin embargo, no tienen esa distinción. Pilar considera que cuando se puso en práctica la norma, ya en enero, "no la dotaron de medios para que se aplicase". Por tanto, el mapa de zonas saturadas no está muy claro y "han buscado una triquiñuela para darle la vuelta al asunto y ya nadie sabe lo que es saturado y lo que no", sentencia.
Le preguntamos entorno a unas declaraciones de la vicealcaldesa donde alegaba que no iba a pedir perdón por la nueva ordenanza de terrazas, ya que "vecinos son todos", refiriéndose a los hosteleros. Así, Pilar es muy contundente: "Somos todos más que vecinos, somos todos ciudadanos y todos tenemos nuestros derechos. Nosotros no le negamos el derecho a la hostelería a hacer negocio, lo que reivindicamos es que el Ayuntamiento no mire solo al negocio, sino que mire también a los ciudadanos residentes de las zonas donde el negocio está fuera de control".
Desde la A.V no están de acuerdo con Villacís y apuntan que no puede "desoír la reivindicación vecinal al espacio público, al descanso" o a que sus hijos disfruten de sus calles y paseen por su barrio. Lamentan que "con la pandemia, el Ayuntamiento ha puesto la calle al servicio de un determinado número de hosteleros, porque ni siquiera se trata de toda la hostelería". Nos cuenta que "quedan pocos hosteleros" y que la mayoría son inversores.
Con que se cumpliese la ley del ruido, ya nos valdría. Que se cumplan las normas mínimas. El Ayuntamiento es una institución pública que debe estar al servicio de los ciudadanos y no al servicio de unos ciudadanos que, en este caso, parece ser que solo está a favor de los hosteleros
También hablamos del 'consenso' en cuanto a la norma y Pilar nos afirma y se reitera en que "se hizo con los hosteleros, contra los ciudadanos, a las asociaciones de vecinos no se nos escuchó" y a pesar de haber sido convocados a reuniones, sus propuestas no fueron oídas. Lo que exigen desde los colectivos de vecinos es que "se cumpla la ordenanza".
En cuanto a la protesta convocada el pasado miércoles, "se saldó como se salda todo desgraciadamente en Chamberí porque tenemos un concejal que es un autoritario", sentenciaba Pilar. La protesta iba entorno al ruido, la falta de convivencia y espacio... y también en el Polideportivo Municipal en el que "el concejal ha decidido dividir la pista multiusos donde un colegio público del distrito hace ejercicio en salas de musculación, con lo cual los chavales se quedan sin espacio", lo que para 'El Organillo' es una prueba más de que "el concejal hace todo de espaldas a la ciudadanía". Alega que para Javier Ramírez "las A.V somos un demonio" y que se les expulsó del Pleno.
"Hemos protestado mil veces. Queremos espacio público, servicios públicos; queremos poder dormir, poder vivir sin ruido", lo que se suma al tráfico y la contaminación. Piden "que se resuelva porque en vez de ir a mejor, adaptándonos a las nuevas normativas, vamos a peor. "En aras del negocio de unos cuantos, nos está destrozando la vida y la economía a muchos, porque no podemos vender nuestros pisos" por el ruido, por lo que alegan que les gustaría "tener un concejal que fuese más dialogante".
Lo que desde 'El Organillo' proponen es que "siendo mala la ordenanza, se cumpla" y para ello solicitan "medios". Alega que necesitan "que reine la convivencia", ya que en un primer término "una ciudad la forman los ciudadanos, no los negocios". De esta manera, ha destacado que los vecinos que cada mañana "la riqueza en esta ciudad no la crean solo los bares". Así mismo, Pilar ha reiterado que lo único que piden es poder vivir en sus barrios y disfrutar de sus calles y espacios públicos. Alega que Chamberí se trata de un barrio extraordinario, "posiblemente el mejor de Madrid", sin embargo, "no dispone de nada público". Pilar sentencia que "lo único público que tenemos es la calle y se la han dado a los bares para que pongan terrazas".
Además, también nos traslada los problemas para aparcar: "Nos han quitado las plazas de aparcamiento" y ha hecho referencia a las terrazas que ocupan estos espacios. Se trata de un cúmulo de situaciones que supone imposibilidad de sueño, de descanso, de concentración... "Hay mucha gente medicada para poder dormir y, encima, no podemos aparcar". Consideran que piden "lo que hay en cualquier pueblo de España", apunta que no reivindican más que "cosas normales" y que "con que se cumpliese ley del ruido y las normas mínimas", ya valdría. Pilar ha destacado que "El Ayuntamiento debe estar al servicio de los ciudadanos y no al servicio de unos ciudadanos que, en este caso, parece ser que solamente está a favor de los hosteleros".
Pilar finaliza la entrevista mencionando el derecho a vivir dignamente en tu propio domicilio y que no se puede decir que no tengan razones para protestar al pasar por sus calles y ver que "no se puede andar por las calzadas". La Asociación se encuentra ampliamente descontenta y enfadada, tienen la percepción de que a los ciudadanos se les trata como "parias que no merecemos disfrutar lo que es de todos".