Amanda Avilés
@AmandaCoconutt
Sabemos que no es lo que queremos. No queremos celebrar el Día Mundial del Teatro en casa. Querríamos poder salir, ver, disfrutar de su magia en directo. Celebrarlo con todas las letras, viviéndolo. Pero la vida manda, como siempre. Y, este 27 de marzo de 2020, que no podemos recomendaros obras que visitar, que no podemos hacer una lista de escenarios ineludibles, que no podemos invitaros a no perderos el estreno de. La interpretación de. La garra escénica de. Hoy, que no podemos, lo apreciamos más que nunca.
Con la cultura, esta cuarentena, nos ha pasado como con el amor. Que nunca llegas a saber todo lo que te aporta hasta que se marcha. Pero, en esta relación, sabemos que tendremos segunda oportunidad para hacerlo mejor (algo que no se puede decir siempre de las historias de amor). Y la tendremos cuando podamos salir. Cuando seamos, de nuevo, libres para elegir qué ver, qué consumir, qué priorizar. Y será en ese momento cuando debamos predicar con el ejemplo. Cuando debamos llevarnos el aplauso de los balcones a las salas del teatro. Cuando caiga sobre nuestros hombros la responsabilidad de defender con uñas y dientes aquello que nos salvó cuando nada parecía hacerlo.
Los sanitarios han sido claves en esta crisis, junto con otros tantos profesionales que se han dejado el alma en que no nos faltase lo más básico, pero la salud mental la hemos mantenido por otra cosa. Y ha sido la cultura.
Si no eres acérrimo seguidor de la interpretación, seguramente te hayas dejado llevar por la música. Y, si no, por las series. O por el cine. O por la pintura. O por la lectura. Quizá te hayas lanzado a alguna de las visitas virtuales a los museos de Madrid. No sé. Lo que sí sé es que has hecho más de una de toda esa lista. Y también sé que has pensado: "qué sería de mí sin...".
Cuando la vida vuelva a abrir sus puertas, ojalá nos acordemos de dar las gracias a aquello que nos acompañó
El sector artístico de este país ha perdido mucho con esta crisis. La Unión de Actores y Actrices ha publicado la cifra de 6 millones de euros. Y no hablemos del perjuicio que no se paga con dinero. Sí, hay muchos sectores que han sufrido la pandemia. Pero no todos han sido históricamente igual de maltratados. Sin entrar en comparativas, porque no se trata de eso, invito a la reflexión. Porque el daño de uno no quita el dolor del de al lado. Que nunca se nos olvide la empatía.
Cuando la vida vuelva a abrir sus puertas, cuando esté todo listo para recibiros otra vez, cuando pase, porque pasará, ojalá nos acordemos de dar las gracias a aquello que nos acompañó. Apoyemos lo que nos hace sentir vivos. Hagamos que, cada día, sea un poco el Día Mundial del Teatro. De las Artes. Mantengamos en pie los teatros y hagamos que se derrumben, al mismo tiempo, cada vez que reciban nuestro aplauso. Ojalá.
Feliz Día Mundial del Teatro… desde casa.