El Ayuntamiento de Madrid ha abierto el tramo más largo del carril bici del paseo de la Castellana, compuesto por dos vías ciclistas unidireccionales de, aproximadamente, 2,2 kilómetros cada una y una sección transversal media de 2 metros. Los carriles se sitúan entre cada bulevar y la vía lateral de los números pares (en sentido subida) e impares (bajada), que discurren entre Raimundo Fernández Villaverde y plaza de Castilla. En total, 4,4 kilómetros de carril bici que se convertirán en el eje vertebrador de la movilidad ciclista de la capital, donde nacerán o confluirán otros viales destacables destinados a la micromovilidad.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado de las concejalas de Chamartín, Sonia Cea, y de Tetuán, Blanca Pinedo, ha inaugurado esta mañana esta icónica vía. El delegado ha anunciado que la obra se ha ejecutado en plazo, los 12 meses que establecía el pliego de contratación, y en su construcción se han invertido 4 millones de euros (IVA incluido).
Del mismo modo, Carabante ha destacado que, a lo largo del recorrido inaugurado, los ciudadanos podrán encontrar tres estaciones de ‘Bicimad’ y 225 anclajes para bicicletas y patinetes, situados en 19 ubicaciones señaladas específicamente. Ha recordado, además, que para este proyecto se ha mantenido sin alteraciones la capacidad circulatoria existente en la vía, ya que el carril ciclista se ha construido mediante una reordenación de la banda de aparcamiento, manteniendo el mismo número de carriles existentes en la actualidad, excepto en el lateral oeste en el entorno de la plaza de Castilla y en la zona de los túneles de Azca, donde se ha incluido una remodelación viaria.
Está recogido en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental ‘Madrid 360’
En lo que respecta a la movilidad ciclista, según los cálculos realizados por el Área de Medio Ambiente y Movilidad, el carril bici de Castellana permitirá incrementar hasta 4.000 los viajes diarios en bicicleta a lo largo de todo el eje, 3.000 más de los que se contabilizan actualmente. Además, se estima que se producirá un trasvase del vehículo privado y la moto a la bicicleta, en cifras que alcanzan los 1.400 viajes diarios.
Se prevé que esta infraestructura permita la mejora de la calidad ambiental, al disminuir hasta un 10% los desplazamientos que se realizan en vehículos motorizados. El trasvase modal se calcula teniendo en cuenta, únicamente, los vehículos cuyo origen y destino se encuentra en el eje de la Castellana, lo que implica una reducción acumulada de más de un millón de kilómetros anuales en coche y la disminución de 187 toneladas de CO2 y 319.000 kilogramos de NOx.
El carril bici de Castellana es un compromiso adquirido por todos los grupos del Ayuntamiento de Madrid en los Acuerdos de la Villa, rubricados en julio de 2020, y está recogido en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental ‘Madrid 360’ como una medida clave para promover la movilidad ciclista, peatonal y el fomento del transporte público.