Un encargo para crear un cuadro de un niño leyendo sobre un fragmento de un saco de cemento. Así comienza la historia de esta exposición que no se plantea como tal hasta que el diálogo entre artistas ha hecho inevitable que interactúen de manera más fluida. Pedro Almodóvar encargó a Jorge Galindo una de las obras principales en torno a la que gira ‘Dolor y Gloria’, el film del director que ya es todo un éxito.

“Pedro ya era coleccionista de mi obra, pero tenerle en mi estudio para colaborar en su nueva película era distinto, más emocionante”, sostiene el pintor. Un detalle del encargo que realiza el director de cine es el que dará forma a esta exposición. Se trata de la maceta con un geranio que hay al lado del niño y que daría pie a una reflexión a partir de las flores. Flores, así se llama esta exposición en la que el propio Almodóvar se atreve a explorar su imaginación a través de un lienzo. 

“A veces se establecía un diálogo entre Jorge y yo, o dos monólogos simultáneos, cada uno en una punta del cuadro. Por el método totalmente espontáneo con que hemos pintado se diría que el resultado sería una obra narrativa, producto de un diálogo continuado, pero no es así. Cada obra es una explosión” sostiene el director de cine.