Por un lado, la primera versión del Ayuntamiento ante los hechos fue que el fuego tuvo lugar “en la parte del vertedero que se sitúa frente a la planta de Las Dehesas, en el exterior, fuera de la instalación”. Por otro lado, Emergencias Madrid lo ubicó en la Cañada Real. El humo se llegó a ver a gran distancia del lugar y el color del fuego de hierba y matojos no correspondía con el del PTV.

En la tarde del martes, el Consistorio informó a la federación vecinal de que el incendio se produjo “en el frente de vertido, estando sofocado por completo y terminada la combustión interna”. Aunque aún se desconocen la causa exacta del incendio, las altas temperaturas y el viento dieron lugar a una rápida propagación desde el foco inicial al frente de vertido. La rápida actuación de los Bomberos de Madrid y una barrera de tierra evitaron una mayor propagación. 

El Gobierno local informó del incendio argumentando que lo que ardió “es residuo municipal de la fracción resto, no peligroso y no tóxico”. La asociación vecinal del Ensanche vallecano asegura que “todo el humo es tóxico, más aún si se trata del procedente de la fracción resto, que es una mezcla de todo tipo de materiales que pueden contener barnices, pinturas, plásticos, pañales, etc. que evidentemente, al quemarse, producen compuestos altamente tóxicos”. 

Con el recordatorio de lo sucedido en el Vertedero de Zaldibar, los vecinos del Ensanche de Vallecas viven “con el temor continuo a lo que pueda suceder en el Parque Tecnológico de Valdemingómez y sus consecuencias directas a nuestra salud”. La asociación se dirigió a la población indicando que “el tratamiento informativo de este accidente por parte del Ayuntamiento, con una sucesión de informaciones falsas o, cuando menos, erróneas, ha puesto de manifiesto la falta de un protocolo de actuación para este tipo de contingencias, lo que nos parece del todo intolerable”. 

Por ello, La FRAVM exige al Ayuntamiento un protocolo de comunicación y actuación ante cualquier accidente en el PTV que contemple medidas como una información veraz en tiempo y forma, el seguimiento sanitario a la población colindante ante cualquier accidente, mediciones de gases contaminantes y tóxicos y la investigación de oficio de cualquier accidente con acceso público a los resultados.