La justicia ha dado la razón al taxi y los trabajadores del sector no tendrán que prestar servicio de forma extraordinaria, prescindiendo de sus días de libranza, durante los días 29 y 30 de junio, como les comunicó el Ayuntamiento a última hora del martes, 28 de junio.
El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 32 de Madrid ha aceptado así las medidas cautelarísimas presentadas la pasada noche por la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), tras la comunicación del Ayuntamiento de que la flota de taxis a la que le correspondía librar durante este miércoles y jueves (el 20% del total), podría trabajar como refuerzo a la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid.
En concreto, el auto concluye que, “apreciando la especial urgencia alegada, procede dejar sin efecto por el momento la ejecutividad de la actuación impugnada procedente de la Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación del Consistorio”.
Así, según el presidente de la asociación, Julio Sanz, “la justicia da respuesta a la chapuza de gestión acometida por el Ayuntamiento de la capital, a petición de la Comunidad de Madrid y con la autorización del consejero de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante”.
El Ayuntamiento de Madrid comunicó ayer, pasadas las 19:00 horas de la tarde, a través de una circular interna, que el 20% de las licencias con libranza este miércoles y jueves 29 y 30 de junio, trabajarían como refuerzo por la celebración de la cumbre de la OTAN
Este mismo martes, 28 de junio, a través de una circular interna, el Ayuntamiento informó a las asociaciones de profesionales de sector del taxi que se suprimían los días de libranza de los taxistas con motivo de la cumbre de la OTAN que se celebra los días 29 y 30 de junio, “una decisión que se llevó a cabo sin consenso con los sindicatos y sin consulta a los propios profesionales del sector”, ha añadido Sanz.
Para Sanz, esta decisión de última hora suponía “una nueva falta de respeto a los profesionales del taxi a los que, además de dejar sin días de descanso sin consultar previa y sin consenso con el sector, trasladaba la falta de previsión y organización del consistorio, que había olvidado al taxi en sus planes de refuerzo previstos y que ha intentado corregir en el último momento para dar salida a la urgencia de la que no sabía salir y por supuesto, obviando los derechos de los miles de conductores autónomos del sector".
Este “refuerzo de última hora era el resultado del olvido al que está expuesto el sector del taxi de manera sistemática por parte de la administración, que solo recurre a el en situaciones de máxima urgencia y necesidad, cuando no puede valerse de las dos o tres multinacionales privadas de vehículos VTC sobre los que muestra preferencia”.