La Asociación de Vecinos de Casa de Campo lleva años luchando por el soterramiento de la M-30. La situación de la carretera ha provocado altos problemas de movilidad y contaminación atmosférica y acústica. Los vecinos no solo soportan niveles de ruido mucho más altos que los recomendados por la UE, sino que además los servicios de emergencia se ven en la obligación de cortar su circulación cuando tienen que asistir a la zona, entre otras consecuencias.

El pasado miércoles 11 se llevaba a cabo una manifestación pacífica a la que acudieron un centenar de vecinos con el fin de ejercer presión sobre el pleno que se iba a realizar el jueves donde se tomaría la decisión definitiva sobre este proyecto.  El recorrido respetó las distancias y se apoyó plenamente en el soterramiento aprobado para el tramo de la A-5 en Campamento, exponiendo que, si en esa localidad se puede, Casa de Campo también lo merece.