El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado, junto a la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y el concejal de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo, la avenida de la Ilustración para conocer el resultado de la remodelación integral que se ha llevado a cabo en ambos flancos con objeto de dar una solución de conjunto a todo el entorno. En el flanco norte, las actuaciones ya han finalizado y en el sur, la previsión es que las obras finalicen en las próximas semanas. Los trabajos, que han supuesto una inversión municipal de 16,7 millones de euros, han sido cofinanciados por los fondos Next Generation de la Unión Europea.
La actuación, ejecutada por el Área de Obras y Equipamientos, ha abarcado una superficie aproximada de 110.300 m2 comprendida entre la avenida de Betanzos y la calle Alfredo Marquerie en el flanco norte y la avenida de Betanzos y la M-607 en el sur. El objetivo, en ambos casos, ha sido la mejora de la calidad de este espacio urbano, pensando en el peatón y en el usuario de proximidad. Para ello, la avenida se ha planteado como un espacio de encuentro y relación de los vecinos.
Almeida ha explicado que, en esta zona, “en la que se no intervenía desde hace 30 años”, viven muchas personas mayores “que necesitan espacio público, peatonal y zonas estanciales” y también se ha tenido en cuenta la población infantil “con la creación de nuevas zonas de juegos y la mejora de zonas verdes”. El alcalde ha señalado que este proyecto se suma a las obras de rehabilitación de la plaza de la Vaguada, “corazón del barrio del Pilar”, que finalizaron el pasado año y culminarán con la concesión, en los próximos meses, del teatro de La Vaguada, algo que, en su opinión, “permitirá recuperar la actividad cultural de la zona y la convertirá en uno de los principales focos culturales de la ciudad de Madrid”.
Con la ejecución de este proyecto, se ha llevado a cabo la actualización de una arteria fundamental de la ciudad cuyo diseño se remonta a los años 80 del siglo pasado y supuso el cierre de la M-30 con un concepto a medio camino entre una autopista de gran capacidad y los bulevares tradicionales de Madrid. A partir de ahora, la franja de espacio público más próxima a las edificaciones y con mayor presencia de tránsito peatonal y estancial es un entorno más cómodo, seguro y accesible para los peatones y vecinos de esta zona urbana.
Itinerarios peatonales accesibles y puesta en valor de la bóveda de arboles
Los trabajos, que se han desarrollado en dos fases, han consistido en la renovación y mejora de los pavimentos existentes y en la actualización de la configuración de los itinerarios peatonales a los vigentes criterios y normativa en materia de accesibilidad universal. También se han adecuado los parterres y zonas ajardinadas y se han mejorado y complementado las zonas de juegos infantiles y de mayores, así como los demás elementos del mobiliario urbano. Además, se han incorporado luminarias y lámparas más eficientes energéticamente y, en general, se han renovado los elementos que forman parte de la urbanización del entorno, lo que incluye 21 fuentes de agua potable y seis ornamentales.
En cuanto a la gran bóveda de árboles, sigue siendo la protagonista del ámbito y delimita la zona del paseo, pero con diferente configuración en cada flanco debido a las características propias de cada uno de ellos. Así, en el norte, el recorrido coincide con el cauce del arroyo que formaba parte de la antigua topografía y, por ello, se ha recuperado el agua como elemento de continuidad gracias a varias fuentes ornamentales. En el lado sur, los árboles forman una trama modulada que se repite a lo largo del eje y en la que se han ordenado el resto de los elementos urbanos, así como la iluminación, el mobiliario y las alineaciones secundarias y elementos singulares. Además, a los árboles ya existentes en todo el ámbito, la intervención ha añadido la plantación de otros 109 árboles y casi 6.000 arbustos.
Asimismo, el proyecto ha incorporado zonas estanciales tanto en la zona norte como en la sur con diferentes configuraciones situadas al margen del flujo principal de peatones, pero conectadas visualmente. A ello se suma la reordenación de las áreas infantiles.
La gran bóveda de árboles sigue siendo protagonista en un recorrido en el que se suceden diversos espacios estanciales y elementos como fuentes, terrazas y áreas deportivas
En el paseo peatonal del flanco sur los usuarios van a encontrar una amplia presencia de espacios vinculados al ejercicio físico y el deporte, con una dotación diversa para todas las edades. Para ello, se ha incorporado un circuito continuo a lo largo del paseo con elementos para la práctica de deportes tradicionales como la petanca o la calva. Además, se ha instalado una pista de esprint, skate y zonas para calistenia, escalada y rehabilitación.
Otro de los puntos importantes en la intervención del lateral sur ha sido la incorporación de un carril bici bidireccional segregado del tráfico peatonal mediante una mediana arbolada. Aunque ha sido planteado como un recorrido longitudinal por el eje sur, el trayecto incorpora cruces hacia el flanco norte por los pasos de peatones con un cruce exclusivo.