El lunes 21, en el Pleno Municipal de Madrid, los grupos PSOE, PP y Ciudadanos mostraron su total rechazo a la instalación de la playa artificial en la Plaza de Colón. Los argumentos fueron tanto su ubicación en pleno centro de Madrid y en un lugar protegido, así como la gestión privada por parte de la empresa promotora The Ant Company. El grupo Ganemos, que forma gobierno con Ahora Madrid, permanecieron ausentes ante este debate.
Las experiencias de otras ciudades
Las críticas de la oposición se han centrado en la zona elegida, considerada como una plaza importante para la ciudad y en una zona con afluencia de turistas. La edil de Ciudadanos, Silvia Saavedra, ha destacado en otras ciudades, como Londres o París, este tipo de playas se encuentran a las afueras de la ciudad o junto a las orillas de ríos. Con estas medidas, además, se contribuiría a evitar la congestión de turistas en una zona. Manuela Carmena, por su parte, ha apuntado esta idea para realizarla en futuros años.
Desde el grupo socialista se ha criticado duramente el precio, de entre cinco y nueve euros, de la entrada, argumentando que, en ciudades como Sevilla, son gratuitas.
La apertura estaba proyectada para el 1 de julio, pero, ante el estudio del proyecto, se prevé que se posponga
Oposición vecinal
Los grupos políticos no son los únicos que se han mostrado en desacuerdo con el proyecto de la plaza artificial, los propios vecinos y vecinas del distrito Salamanca han declarado que las denuncias a la playa artificial comenzarán “cuando llegue el primer camión de arena”.
Parece que los problemas no acabarán ahí, puesto que la empresa ha solicitado carta blanca para superar los decibelios permitidos en la ciudad, lo que añade más madera al fuego. La apertura estaba proyectada para el 1 de julio, pero, ante el estudio del proyecto, se prevé que se posponga.