Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con una estampa muy desagradable: dos fosas que albergaban hasta 12 cuerpos de perros fallecidos. Entonces, la Policía acompañó a la sospechosa a su domicilio. Allí se encontraba su hermana, con la que convivía y una multitud de animales en mal estado físico, algunos incluso a punto de morir. 

Se detectó cómo en ese piso había problemas de insalubridad y olores y que ambas mujeres convivían con una cantidad ingente de basura, orines y heces de los animales, lo que causaba el descontento de los vecinos ante los movimientos de los perros. 

Las mujeres padecen de una discapacidad que les impide comunicarse y entender con normalidad, de manera que la Policía Local avisó a los Servicios Sociales del Ayuntamiento, que se va a encargar de hacer un seguimiento a ambas. Por el momento, los servicios veterinarios municipales se han hecho cargo de los animales, que no contaba con el chip ni las vacunas correspondientes. 

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miércoles, 13 de abril de 2022