Naves del Español en Matadero, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte, acogerá el regreso de uno de los principales éxitos de público y crítica de la pasada temporada: La voluntad de creer, escrita y dirigida por el dramaturgo y director de escena Pablo Messiez, que podrá verse del 13 al 26 de abril en 12 únicas funciones.
La obra, que pasa de la Sala Max Aub −donde se estrenó en septiembre de 2022− a la Sala Fernando Arrabal, está protagonizada por Sergio Adillo, Mamen Camacho, Marina Fantini, Rebeca Hernando, María Jáimez y José Juan Rodríguez. La voluntad de creer recibió el Premio Max 2023 a mejor espectáculo de teatro, además de una nominación a mejor autoría de teatro (Pablo Messiez) a los Premios Talía 2023.
La voluntad de creer se inspira libremente en la película Ordet (1955) de Carl Theodor Dreyer, que a su vez adaptaba la obra teatral La palabra, de Kaj Munk, y aborda la relación entre voluntad, fe y creencia. La historia gira en torno a una familia de hermanos en la que Juan (José Juan Rodríguez), el hijo menor, sostiene ser Jesucristo que ha vuelto a la tierra. Su extraño comportamiento complica la convivencia con la familia, que considera que ha enloquecido, hasta que Paz (María Jáimez), una de las hermanas, comienza a creer en su discurso de fe. Será entonces cuando Juan lleve a cabo un milagro que conseguirá poner en duda todas las cosas en las que creían antes.
¿Qué relación existe entre voluntad y fe? ¿Qué hace que algo sea verosímil? ¿Qué papel ocupa la voluntad en la sugestión? Pablo Messiez pone la atención en la creencia tomando como punto de partida la película Ordet, que termina, en palabras del propio dramaturgo y director, “con una de las escenas más bellas y de verosímil más osado”. “Con un nivel tremendo de precisión, consigue llegar a emocionar con algo aparentemente tan frío como la contención. Es una muestra clara de cómo construir ficción y cómo esta puede llegar a tener el peso de la verdad”, explica.
Para este espectáculo, Messiez ha querido trabajar sobre la relación entre voluntad y creencia, entre ficción y realidad en el medio teatral. “Cuando está sucediendo algo bueno en el teatro, te olvidas de la idea de ficción como mentira y empieza a suceder algo de otro orden. Me encantaría poder provocar con esta obra un deseo de creer. Y una mirada que se sepa parte creadora de aquello que elige ver”, cuenta.
La voluntad de creer es una coproducción de Teatro Español y Teatro Kamikaze
La voluntad de creer se inicia con la llegada a la casa familiar de Amparo (Mamen Camacho), la hermana pequeña, y su novia argentina, Claudia (Marina Fantini), embarazada y a punto de dar a luz. Allí viven Felicidad (Rebeca Hernando), la hermana mayor, que está en silla de ruedas y no parece ser muy feliz; Paz, poeta que vive frustrada por no haber podido abandonar el hogar, y Juan, que desde hace un tiempo vive en una realidad paralela. La obra propone un viaje desde lo que se supone que es la realidad −con los actores recibiendo al público como quien recibe a los invitados a un ritual−, hasta lo ficticio.
En un deseo de jugar con la percepción del espectador, conforme avanza la historia entrarán en funcionamiento diferentes elementos de la ficción –la luz se vuelve más teatral, aparecen elementos poco cotidianos…− de modo que el propio espectáculo sea también una puesta a prueba de las creencias del público. La cuestión del nacimiento de la fe lo impregna todo en esta experiencia teatral.
La voluntad de creer es una coproducción de Teatro Español y Teatro Kamikaze con texto y dirección de Pablo Messiez, interpretada por Sergio Adillo, Mamen Camacho, Marina Fantini, Rebeca Hernando, María Jáimez y José Juan Rodríguez, con diseño de espacio escénico de Max Glaenzel, diseño de iluminación de Carlos Marquerie, diseño de vestuario de Cecilia Molano, entrenamiento corporal de Elena Córdoba y con la colaboración musical de Sílvia Pérez Cruz. Para la escritura de esta obra, el autor disfrutó de una residencia de escritura en la Sala Beckett en 2022.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años.