Cada año, ciudadanos y mandatarios de todo el mundo, se conciencian, un poco más, por cuidar el medioambiente y nuestro entorno. Por ello, la llegada a nuestras calles de vehículos eléctricos puede suponer un gran avance.
De esta manera, podemos ver en las calles de las principales ciudades españolas como las furgonetas y los coches eléctricos van ganando terreno a los medios de transporte tradicionales. Ahora, y aunque aún hay mucho trabajo que hacer en cuanto a lo que de infraestructuras se refiere, las motos se han unido a esta dinámica.
La empresa Muving llega a Madrid y lo hace con 135 motos eléctricas, ofreciendo un servicio de 'motosharing' con motos ecológicas que ha arrancado en el día de hoy.
Tras ciudades como Cádiz, Málaga, Barcelona o Sevilla, se une la capital: "nos unimos con la apuesta de Madrid por el vehículo eléctrico, con el objetivo de reducir la contaminación y contribuir a la mejora de la movilidad", asegura el CEO de Muving, Horacio Pérez Perdigó.
Este nuevo servicio que desembarca ahora en Madrid tiene un precio de 18 céntimos al minuto
En Cádiz, por ejemplo, este sencillo servicio ya cuenta con más de 2.000 usuarios registrados. Y decimos sencillo porque tan solo necesitamos tener más de 18 años, tener el carnet de moto -o en su defecto tener más de tres años del carnet de coche- y descargarnos la aplicación, con la que podremos localizar las motos, estar localizados por el servicio técnico de Muving y, lo más importante, arrancar el vehículo.
Estas motos están operativas durante las 24 horas del día, con un precio de 18 céntimos cada minuto que la utilicemos. En caso de quedarnos sin batería (tienen una autonomía de 60 kilómetros), el servicio de Muving llegará hasta el lugar con su furgoneta y unas nuevas baterías, preparados para retomar el viaje.
Este original y práctico servicio está pensado para poder movernos por el centro de la capital, ya que no está permitido salir con las motos del interior de la zona de la M-30.
En los próximos meses, Muving y sus motos eléctricas, podrían tomar nuevos caminos fuera de España, expandiendo una forma de movernos que, sin duda, se acerca a ese futuro ecológico con el que todos soñamos.