No habrá regreso a las aulas para los alumnos de Bachillerato como pedía Madrid. El Gobierno central ha rechazado la petición de Isabel Díaz Ayuso perseguía una vuelta voluntaria a las clases presenciales para los alumnos de segundo curso con el objetivo de recibir clases de refuerzo, previas a la celebración de la EBAU.
La pretensión del ejecutivo madrileño ha caído en saco roto tras el rechazo del ministro de Sanidad. “No está previsto flexibilizar” las restricciones propias de la fase 1, aseguró Salvador Illa durante la rueda de prensa celebrada ayer por la tarde.
Illa sostiene que Madrid presenta “una progresión muy adecuada” dentro de la fase 1 y se instala en la prudencia. “Ellos mismos (el Gobierno regional) no han hecho la petición del paso a la fase 2, algo que me parece prudente, y van a mantener las actividades permitidas en esa fase”.
Ellos mismos (el Gobierno regional) no han hecho la petición del paso a la fase 2, algo que me parece prudente, y van a mantener las actividades permitidas en esa fase
Peticiones rechazadas
En la hoja de ruta de la Comunidad de Madrid se encontraba priorizar la formación presencial de los alumnos de último curso de Bachillerato y de aquellos alumnos con dificultades de aprendizaje o con problemas para acceder a las nuevas tecnologías.
El Gobierno madrileño había diseñado tutorías y clases voluntarias en grupos reducidos, previa cita de los alumnos o sus familias, con el objeto de reducir las potenciales diferencias educativas que puedan haber surgido. Esta medida sería para alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato, aunque los alumnos de Primaria continuarían más allá del 8 de junio.
En el caso de la reincorporación a las clases presenciales en las escuelas infantiles se producirá una vez que la Comunidad entre en la Fase 3 de desescalada. Será de manera voluntaria y siempre que se cumplan todas las garantías sanitarias, cuando los alumnos de primer ciclo de Educación infantil (de 0 a 3 años) cuyos progenitores deban trabajar fuera de casa. Para ello, estos deberán acreditar, según se les indique desde el centro, la justificación de la imposibilidad de realizar su trabajo a distancia. Esta restricción desaparecerá cuando dejen de estar en vigor las fases y siempre que las condiciones sanitarias lo permitan.