Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid han finalizado este domingo su labor en el reparto de alimentos. Un total de 61.165 unidades entregadas según ha informado Emergencias Madrid
Ahora, las Juntas de Distrito serán las encargadas de tomar el testigo de esta labor que ha recabado 95.000 kilos de alimentos perecederos.
El balance de la actuación de los Bomberos entra dentro del Plan de Emergencias COVID-19 que fue activado por el servicio de Asesoramiento a la Emergencia Residencial Distribución y el reparto de menús elaborados.
Un total de 24.500 menús
Con ello, los efectivos han entregado un total de 24.500 menús a entidades benéficas de consumo y 95.000 kilogramos de alimentos a entidades cabeceras, alimentos sin elaborar.
También han ayudado en el reparto de 3.150 menús y 2.500 kilos de alimentos y bebidas al personal sanitario y en los hospitales han suministrado 23.000 litros de bebidas y 3.000 barritas.
El suboficial de Bomberos Madrid, Julio Cubillo, ha destacado "un esfuerzo muy bonito y nos hemos adaptado a esta situación y muy gratificante" que han realizado desde el 23 de marzo.
275 voluntarios de Bomberos han ayudado en esta labor
Voluntario de Bomberos de Madrid cuenta como se han organizado para ayudar y cuales han sido sus sensaciones
"Que contento me siento llevo de comer","las familias te lo agradecen en el alma", pero por el otro lado "joe estoy llevando comida a la gente que no tiene de comer" "todo lo que podamos ayudar ahí estamos, la idea es que nadie pase hambre"
La demanda fue creciendo y la necesidad de más personal voluntario también. En total unos 275 voluntarios de Bomberos han participado, una media de 30 bomberos por día.
"Del inicial reparto de alimentos activado por el Servicio de Asesoramiento a la Emergencia Residencial, se pasó al reparto de menús elaborados a domicilio, puntos logísticos de reparto municipales y entidades benéficas. También se ha distribuido material de protección sanitaria a hospitales y residencias de mayores"
"e incluso se ha realizado la recogida y entrega de material informático para poder impartir clases on-line a niños sin recursos."
Más allá de la respuesta espontánea que toda persona puede tener al empatizar con la necesidad que ha ocasionado el COVID-19, es una satisfacción contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan. El valor y compromiso social que tiene el voluntariado hace partícipes a las personas de un sentimiento común frente a una situación crítica.