Como la mayoría de los negocios, los campos de golf de la Comunidad de Madrid han tenido que permanecer cerrados setenta y un días. Es evidente que este parón de la actividad va a conllevar una serie de consecuencias económicas que afectarán, en mayor o menor medida, a este sector.
Según Golfindustria.es, en un estudio llevado a cabo por la Asociación de Campos de Golf de Madrid, se estiman unas pérdidas de 5.713.000 euros, teniendo en cuenta las pérdidas en ingresos de los campos (greenfees, torneos, escuelas, alquileres de buggies y carritos, restauración, etc.), así como las pérdidas que supone la suspensión de torneos de empresas, cancelaciones de greenfees de turistas, cancelación de eventos, entre otros. En otro momento estas acciones suponían ingresos de hasta 14.993.000 euros.
Los campos de golf de la Comunidad de Madrid han tenido que permanecer cerrados setenta y un días.
También se ha tenido en cuenta la reducción de costes proveniente de los ERTE parciales (9.280.000 euros), ya que posiblemente haya supuesto el único ahorro frente al resto de costes a los que se enfrentan, como suministros, materiales de mantenimiento, maquinaria o seguridad. Mencionar que el sector de los campos de golf genera unos 1.800 puestos de trabajo, por lo que esta necesidad de reducción de sueldos supone también un problema social.
Para Carlos Fernández Grande, presidente de la Asociación de Campos de Golf de Madrid, “Madrid ha permanecido demasiado tiempo en Fase 0 y eso va a pasar factura a los campos de golf y a las empresas de la industria del golf de la capital". No está de acuerdo con que a los madrileños se les considere como ‘apestados’, ya que muchas de las provincias de alrededor, como Toledo, Salamanca, Guadalajara o Segovia, tienen clubs de golf que dependen, de alguna manera, de los ciudadanos de Madrid que acuden a ellos.