Antonio Caballero
@DonAntonioCG
Como ocurre en otros muchos deportes, el baloncesto está sufriendo, de primera mano, las consecuencias del coronavirus. Lo hemos visto, por ejemplo, en la NBA, que ha tenido que convertirse en una gran burbuja para poder finalizar con éxito su temporada. Más cerca, lo vemos en la ACB, donde todos los equipos pasan test PCR antes de los partidos.
Sin embargo, cuando hablamos del baloncesto que se practica en pabellones municipales, en las canchas exteriores de algún polideportivo o en las instalaciones de un colegio, la cosa cambia. Cambia porque, evidentemente, es imposible ofrecer garantías sanitarias a miles de jugadores y jugadoras. Sin ir más lejos, en la Comunidad de Madrid tenemos alrededor de 82.000 licencias federativas del que, seguramente, sea el segundo deporte con más aficionados de nuestro país.
“Para nosotros lo más importante es que los clubes empezasen a andar y, de los 177 clubes federados de la Comunidad de Madrid, quitando cuatro clubes que no han podido empezar y que, probablemente, no tengan actividad esta temporada, porque no dispongan de instalaciones, todos han empezado a moverse y a entrenar”, nos cuenta el director técnico de la Federación Madrileña de Baloncesto, Borja Castejón.
Enfados lógicos
Los clubes han comenzado con unos entrenamientos para los que, en muchos casos, no podrán contar con todos sus jugadores y jugadoras. “Muchos niños y niñas viven fuera de Madrid, véase Alcorcón, Móstoles o Leganés, pero juegan en equipos de la capital. Según la Comunidad de Madrid, los jugadores no se pueden mover desde un lugar confinado a otro lugar”, asegura Borja.
Una circunstancia que, como es lógico, ha levantado ampollas entre los padres: “entiendes que haya muchos padres que digan: “yo pagué, el año pasado, una cuota para que, al final, no haya sido el año entero. Este año he pagado la cuota y, ahora, me están diciendo que mi hijo, mínimo 15 días, no va a poder ir… pues apaga y vámonos”. Entienden que el deporte es parte de la educación de sus hijos; al igual que su hijo va al colegio, les gustaría que su hijo fuese al baloncesto”.
Los padres entienden que el deporte es parte de la educación de sus hijos; al igual que su hijo va al colegio, les gustaría que su hijo fuese al baloncesto
Un poco de luz
La situación sanitaria ha provocado, también, que la Federación Madrileña de Baloncesto se haya visto obligada a retrasar el inicio de las competiciones hasta enero de 2021. “Afecta a categorías autonómicas, que van desde Primera Nacional hacia abajo”, explica Borja Castejón, añadiendo que desde el organismo regional dejan una pequeña ventana abierta a que “en caso de que, en diciembre o, incluso, en noviembre, la cosa vaya recuperando la normalidad, que se pueda celebrar desde la Copa Federación a torneos de clubes o alguna actividad reglada por la Federación”.
La Federación de Baloncesto de Madrid ha seguido las directrices marcadas por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, obligando a sus jugadores a utilizar la mascarilla tanto en los entrenamientos como en los partidos amistosos. “Los jugadores lo aceptan, lo acatan y esperan que esta situación se vaya calmando”, nos cuenta Borja, afirmando que la medida ha sido recibida “mejor de lo que yo esperaba. Los clubes lo están haciendo bastante bien, haciendo entrenamientos desde cero, yendo poco a poco. Y, creo, que se están acoplando de la mejor manera posible”.
Aunque en la Comunidad de Madrid nos tocará esperar hasta el mes de enero para volver a vivir las competiciones de baloncesto que llenan nuestros fines de semana, en otras regiones el regreso está más cerca -todo ello dependiendo de la situación sanitaria de cada territorio-. “Son buenas noticias porque todo lo que sea volver y que la gente vaya viendo que hay baloncesto es positivo. Pero, nosotros, en la situación en la que estamos, la prioridad es la salud”, asegura Borja, sabedor de que el deporte, en este momento, ha pasado a un segundo plano. Esperemos que, más pronto que tarde, recupere el protagonismo que nunca debió perder.