Los taxistas de Madrid han decidido por un estrecho margen sellar el punto y final de la huelga indefinida que iniciaron hace ya 16 días con el propósito de que el Gobierno regional regulase el sector de los vehículos de transporte concertado (VTC). A modo de improvisado referéndum, un total de 20.961 profesionales del sector estaban convocados a votar, de los cuales un 37,4% ejercieron su libertad -alrededor de 7.800 personas-. La respuesta fue clara: los taxistas madrileños anhelaban volver a sus puestos de trabajo, dando por concluidas las protestas. El 54,1% de los votos válidos apoyaron la desconvocatoria de la huelga, frente al 45% partidario de continuar con la misma.
Los paros han llegado a su fin sin que, a pesar de mucho esfuerzo, las reivindicaciones del sector del taxi hayan logrado su cometido. Los taxistas se toparon con un imponente y firme Ángel Garrido quien, tras ser conocedor de lo ocurrido como resultado del decreto 'Calvet' que desembocó en la retirada del sector VTC en la región y el despido de 3.000 personas, sentenció con un rotundo 'no' a las pretensiones de los taxistas de la capital.
El 54,1% de los votos válidos apoyaron la desconvocatoria de la huelga, frente al 45% partidario de continuar con la misma
Sin embargo, a pesar de la finalización de este episodio, la cisma, la tensión y la crispación no han desaparecido de la capital. Cancelar la huelga no implica que los taxistas hayan decidido dejar a un lado sus reivindicaciones. Lo plantean como un paso al lado para tomar fuerzas y decidir qué hacer a partir de ahora para intentar que Uber y Cabify vean limitado el ejercicio de su actividad en Madrid.
El presidente de la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, anunciaba lo ya temido por las autoridades, la munición aún no ha estallado. Sanz anunciaba una "primavera caliente" hasta las elecciones municipales y autonómicas plagadas de acciones de protesta y manifestaciones. "Esto será una guerra larga".