Los vecinos del bloque de viviendas del número 102 de la calle Toledo, en el distrito La Latina del centro de Madrid, podrán volver esta tarde del 29 de enero a sus viviendas, ya que se encuentra garantizada la habitabilidad y seguridad del edificio.
Esta información la ha garantizado el delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes, una semana después de la explosión en el número 98 de esta misma calle, quien informó de que los dos últimos pisos, la planta sexta y séptima del edificio siniestrado, ya se han desmontado casi por completo.
Las obras de adecuación del número 102 se encuentran terminadas, por lo que se dará el permiso para que las viviendas vuelvan a ser habitadas, después de que se hayan los tapados de huecos y la mejora de la cubierta. El delegado apunta que lo importante no es solo la demolición de la estructura del edificio, sino también cómo se está recogiendo todo el escombro generado, ya que “no se quiere generar un sobrepeso a la estructura”.
Los trabajos continúan en la zona y aun no se puede transitar por la calle
La investigación y la vuelta al cole
Los trabajos continúan en la zona y aún no se puede transitar por la calle afectada. El colegio La Salle La Paloma, colindante al edificio de Madrid que voló por los aires, no podrá reanudar la actividad presencial antes del 8 de febrero, ya que está previsto que continúen al menos hasta ese día los trabajos de desmontaje del inmueble siniestrado. Mientras, un Juzgado de Plaza de Castilla será el que investigue las causas del siniestro en el que murieron cuatro personas.
Unos tres policías llegaron los primeros
Hugo, José Luis y Pedro, policías nacionales, no olvidarán la devastación que causó la explosión de gas en el edificio parroquial. Estos agentes patrullan juntos desde hace dos años y pertenecen a la Brigada de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Arganzuela, a la que volvían cuando les sorprendió la explosión.
Fueron de los primeros policías en llegar y creyeron que se trataba de una bomba. Aseguran que en esos primeros instantes había gente corriendo y personas grabando las imágenes con sus teléfonos móviles. Todas las personas rodeadas de polvo y cascotes. Lo primero que hicieron fue desalojar la zona para asegurar el lugar y atender a los heridos que estaban en el suelo.
Después de realizar esa acción, los agentes se dirigieron a la residencia de mayores Los Nogales La Paloma, situada junto al edificio que reventó por la explosión de gas. Mientras evacuaban con seguridad a los mayores de la residencia, una deflagración les pilló en el interior del inmueble. "Me lanzó contra la pared y cuando me levanté, vi el esqueleto del edificio, sin pared", relata uno de estos agentes.