El Ayuntamiento debía, en ese momento, no solo recuperar el estado originario del espacio, sino también devolverle la posesión a los vecinos, absolviendo al Consistorio de la pretensión de indemnizar daños y perjuicios a la Comunidad de vecinos que demandó la situación.

Desde el Consistorio se alegó que el recurso interpuesto era "extemporáneo" y que los vecinos del número 14 de la calle afectada "carecía de legitimación activa por no hallarse la parcela a su nombre y diciendo en última instancia que no hay ocupación ilegal de dicha superficie, al ser objeto de cesión".

No obstante, el juez sí que determinó la ocupación, por vía de hecho, lo que suponía que era "contrario al ordenamiento jurídico" y condenó al Ayuntamiento de Madrid a que en los dos meses siguientes se procediera a cesar la ocupación y reponer su estado originario.