Las asociaciones vecinales de Villaverde y Usera se han unido contra los problemas en cuanto a tráfico, movilidad y contaminación acústica y atmosférica debido a las obras de construcción del Parque Logístico Madrid M-40 (PLAM40). Este problema no es una novedad, llevan aguantando durante casi un año desde el comienzo de las obras, comenzando un tránsito de camiones de gran tonelaje que dificultan el día a día.
Sin soluciones para el acceso a la planta
Esta planta logística supone la ocupación de 90.000 metros cuadrados, en la calle Eduardo Barreiros que une los barrios de Villaverde y Usera, y está destinada al almacenamiento y distribución de última milla, lo que supone la última fase en entrega de productos. Ante las continuas molestias en su día a día, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) organizó el pasado 11 de marzo una concentración para visualizar el descontento de los barrios afectados.
Las obras de construcción están previstas que continúen hasta el tercer trimestre del presente año. Esta intervención ha supuesto la reducción del espacio vial a dos únicos carriles, uno para cada sentido, provocando atascos diarios. Por ello, desde las asociaciones de vecinos de dichos barrios han exigido la construcción de conexiones adecuadas, una medida que seguiría aplicándose tras la inauguración de PALM40 de modo que tenga conexión directa con la M-40.
Esta exigencia fue presentada por la Asociación Vecinal de Orcasur en el Pleno de Usera del mes de marzo, solicitando la redacción de un Plan de Control Urbanístico-Ambiental, algo que ya había pedido en el Pleno de Villaverde la Asociación Vecinal La Incolora. Ante la falta de respuestas, el portavoz de la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Villaverde, Javier Cuenca, sigue firme y ha señalado que “tras las demandas vecinales, se ha intervenido para conectar el campo de fútbol Wanda Metropolitano con la M-40. ¿Por qué no se va a hacer lo mismo en Villaverde con la planta logística?”.