Es común que, en Madrid, al igual que en otros lugares de España, cuando se procede a la ejecución de obras de rehabilitación o de cualquier otro tipo nos encontremos con algún tesoro arqueológico. Por supuesto, cuando se realiza en el Metro no se produce una excepción. Durante las obras del año pasado de la estación de Sevilla, los operarios se toparon con un anuncio modernista, de la década de 1920, realizado en azulejos biselados.
El último descubrimiento se produjo a finales del mes de marzo, en el transcurso de las obras de la estación Gran Vía. Se trata de un panel cerámico de azulejería de Manises, con tonos dorados y verdes, que nos recuerdan el que se encuentra en la estación de Tirso de Molina, ya que también nos muestra un antiguo escudo de la ciudad en relieve rodeado por el panel decorativo.
Los arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad se encargan de supervisar las obras por el posible encuentro de material arqueológico, asegurándose que no sufran ningún daño. Con el actual descubrimiento se ha procedido a registrarlo, además de retirarlo del lugar para conservarlo en perfecto estado. Según explica la consejería de Cultura, se baraja la idea de integrarlo en la estación tras la conclusión de las obras.
Además del escudo, también se descubrió el hueco del antiguo ascensor realizado por el arquitecto Antonio Palacios y que estaría en funcionamiento entre 1919 y 1969, así como la primitiva escalera. Por ello, la Dirección General de Patrimonio Cultural ha solicitado un informe arqueológico sobre los restos hallados para documentar todo lo descubierto.
Y es que sumergirte bajo la ciudad es descubrir otra ciudad. En el transcurso de estas obras también se ha topado con los restos de cimientos y sótanos de la Casa Astrearena, construida en 1745, y que vería su fin con las obras de la Gran Vía. Sin embargo, queda su testimonio bajo nuestros pies.