La vicealcaldesa, delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inma Sanz, acompañada por el concejal del distrito de Hortaleza, David Pérez, ha visitado el Laboratorio de Salud Pública de Madrid Salud, donde se analizaron, en 2023, 14.581 muestras de distintos productos, un 28,1 % más que en 2022. “Los técnicos de este laboratorio hacen cada año más análisis para garantizar que el agua, el aire y los alimentos que se consumen en la ciudad estén en las mejores condiciones. Son la mejor garantía de salud para todos nosotros”, ha destacado Sanz.
Entre las muestras analizadas el pasado año, 3.310 correspondieron a alimentos, 2.984 a las aguas y 168 a muestras de aire. También destacan los 7.633 análisis de estupefacientes. Además, el número de parámetros analizados en todas las determinaciones ascendió a 217.778, un aumento del 29,3 % respecto a 2022.
A estas cifras hay que sumar, según ha indicado Sanz, los 157 análisis realizados a bebidas alcohólicas, de los que 127 fueron a bebidas espirituosas (ginebra, ron, vodka, whisky, tequila, aguardientes y otras) y 30 se hicieron a cervezas (10), vino (15) y sidra (5 muestras). Con estos análisis se buscan posibles adulteraciones de las bebidas y “la buena noticia es que la inmensa mayoría de los resultados fueron conformes, es decir, cumplían con la normativa de aplicación a estas bebidas”, ha señalado la vicealcaldesa.
El Laboratorio de Salud Pública es, además, el único centro autorizado de Europa por el Consejo Regulador de Tequila -que se encarga de salvaguardar la denominación de origen de esta bebida-, para analizar sus muestras.
Por otro lado, en estas instalaciones se hacen también, entre otras analíticas, las que evalúan la calidad de aguas de piscinas y de usos recreativos de los polideportivos municipales, o por ejemplo, las correspondientes a las muestras de alertas y brotes de origen alimentario para investigar el posible agente causante de la infección. También se hacen controles de legionelosis en edificios municipales y otras instalaciones públicas, se analiza la calidad del aceite o se identifican setas.
Además, se evalúan la calidad de suelos y sustratos de huertos urbanos y huertos escolares y se atienden, mediante la correspondiente tasa municipal, las solicitudes de ciudadanos particulares ante sospecha de alimentos en mal estado.
Además de alimentos, agua y muestras de aire, este laboratorio analiza también, entre otras cosas, muestras de alcohol e identifica tipos de setas
Sustancias estupefacientes, etiquetados o gérmenes bajo la lupa
El laboratorio colabora con la Policía Municipal para detectar y determinar sustancias estupefacientes y psicotrópicas en muestras decomisadas en vía pública y en muestras de fluido oral de conductores de vehículos a motor. En la actualidad, esta colaboración se ha ampliado y se da servicio a 15 de las 22 Comisarias Integrales de Distrito de la Policía Municipal (para decomisos) y a la totalidad de muestras de fluido oral aportadas por la Unidad de la Policía Judicial de Tráfico.
En las instalaciones del laboratorio se hacen controles en aguas de consumo y alimentos para garantizar el cumplimiento de las normativas nacional y europea en materia de seguridad alimentaria. Respecto a los alimentos, se hacen controles microbiológicos, de alérgenos y etiquetado nutricional, así como de los aditivos e ingredientes tecnológicos (colorantes, edulcorantes, etc.) y de contaminantes.
En cuanto al agua, se analiza tanto el de consumo (de los grifos de consumo, de la red del Canal de Isabel II, agua caliente sanitaria, fuentes, depósitos y aguas envasadas) como aguas continentales y subterráneas (pozos, piscinas, aguas recreativas, estanques). También se detectan microorganismos o indicadores de contaminación o de legionela en aguas de consumo e instalaciones de refrigeración.
El Laboratorio de Salud Pública de Madrid Salud tiene su origen en una institución centenaria, el Laboratorio Municipal de Higiene, creado en 1877. A lo largo de los años ha ido evolucionando para adaptarse a las necesidades de la ciudad de Madrid, por ello está acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para más de 600 parámetros siendo uno de los alcances más amplios en España, y da actualmente soporte analítico a numerosos servicios municipales en los programas de control oficial en materia de seguridad alimentaria, salud ambiental, programas de vigilancia de las aguas de consumo y recreativas, calidad atmosférica, seguridad ciudadana y seguridad vial.