La presentación de Paco Jémez como nuevo entrenador del Rayo Vallecano comenzó con las palabras del principal protagonista para que esta historia haya acabado de la manera que ha acabado: el presidente, Martín Presa. El dirigente rayista se ha acordado y ha agradecido a Míchel su reciente etapa en el club.
Tomó la palabra el protagonista para acordarse de los buenos recuerdos que le vinieron a la cabeza cuando pisó de nuevo la Ciudad Deportiva, momentos que vivió como jugador y entrenador. En relación al actual momento que vive el Rayo, el técnico expresó que llega “con toda la ilusión para remontar esta dinámica negativa que atraviesa el equipo y que el ser realista no quita el ser optimista”. Sus primeras palabras acabaron con una frase muy significativa: “marcharme de este club fue una de las peores decisiones de mi vida deportiva”.
El canario se ha encontrado un vestuario triste y su función es la de recuperar a los jugadores mental y motivacionalmente. A la pregunta de si consideraba un milagro salvarse, habló de milagro deportivo, “que la dificultad no significa imposibilidad” y que “la afición no permitiría que el equipo bajara los brazos”. El corazón y la mente de Paco no le iban a perdonar dejar pasar esta oferta por lo diferente que le ha hecho sentir este club. El técnico ratificó que su intención es continuar aquí el año que viene, pase lo que pase.
Llego con toda la ilusión para remontar esta dinámica negativa que atraviesa el equipo y que el ser realista no quita el ser optimista
Jémez identifica el tiempo como su peor enemigo en este momento y no cree en cambios excesivo a estas alturas, sino pequeños, unidos a una nueva mentalidad y valentía. Sobre su estilo y las anteriores críticas, el míster entiende que si está aquí es porque el club confía en esa manera, y que así el equipo logró la mejor posición de su historia. Acabó diciendo que más que su mano quiere que se noten las virtudes de los futbolistas: “si les obligó vamos a durar dos partidos, si les convenzó vamos a durar lo que queramos”.
En el capítulo de la afición, se pronunció diciendo que no hacía falta convencer a esta afición, solo apoyarse en ella, porque nunca los iban a abandonar. En cuanto a los problemas con ciertos sectores de la grada con su llegada, entiende y respeta su pensamiento, pero afirma estar seguro de que no van a dejar de estar con el equipo.
Pero el momento crucial de la presentación llegó cuando Martín Presa instaló la duda en referencia al último descenso del Rayo. Empezó comparando la profesionalidad de Paco, que fue máxima, con otros jugadores y empleados. “Se nos adelanta otro rival directo, con dos acciones cuanto menos sospechosas de un jugador nuestro en Granada. Me gusta hablar muy claro”. El presidente siguió con la polémica para acabar diciendo: “bajamos por lo que pasó en El Molinón, cosas que no deberían haber pasado en el deporte limpio. De hecho, otros empleados del club no lo hicieron y, por eso, no estarán en este club mientras yo esté aquí. De hecho, él ofreció quedarse, lo que pasa es que no llegamos a un acuerdo”.