El delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, durante la Jornada de ‘Viviendas Accesibles, entornos amigables. Prevención de la Soledad no deseada’, anunció que se ha dado luz verde a la construcción de estos espacios residenciales, a través de la donación de tres terrenos municipales.
Estos “colegios mayores para mayores”, como los ha definido Fuentes, “consisten en un nuevo modelo habitacional que reclaman las propias personas mayores, que ya no viven su día a día como hace unas décadas y piden libertad e independencia para esta etapa de sus vidas”. Bajo esta premisa, el Área de Desarrollo Urbano ha seleccionado tres parcelas en tres barrios de distritos diferentes de Madrid, teniendo en cuenta que estuvieran localizadas en entornos urbanos consolidados y con proximidad al transporte público. Una parcela en Orcasitas (Usera), de 6.000 metros cuadrados con capacidad para 93 viviendas; otra en Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal), de 4.400 metros cuadrados para 72 viviendas; y la última en Sanchinarro (Hortaleza) de 4.100 metros cuadrados para 67 viviendas.
Esta modalidad de vivienda es un antídoto frente al deterioro cognitivo, la soledad no deseada y el aislamiento de los mayores
CARACTERÍSTICAS DE LAS VIVIENDAS COLABORATIVAS
Mariano Fuentes ha explicado que estos nuevos centros tendrán espacios comunes como “comedor, sala de estar, salas polivalentes para la realización de actividades, baños y aseos adaptados para personas con movilidad reducida”, a los que se sumarán otras zonas comunes como “aparcamiento para bicicletas, sillas de ruedas y otros vehículos de movilidad, espacios para zona administrativa, zona de atención especializada, zona de servicios generales y una unidad de enfermería en aquellos centros con más de 50 plazas”.
“El objetivo es que se puedan empezar a construir cuanto antes”. El adjudicatario llevará a cabo la construcción, gestión y administración de estas viviendas para promover la autonomía personal de las personas mayores. “Están pensadas para personas en edad de jubilación, pero también podrán acceder a ellas gente a partir de 50 años”.
Esta modalidad de vivienda, en la que cada uno tiene su casa pero se comparten zonas comunes, espacios y actividades, se convierte, según ha explicado el delegado, “en un antídoto frente al deterioro cognitivo, la soledad no deseada y el aislamiento de los mayores”.