Ser adolescente no es tarea fácil. Sacar tiempo para los estudios cuando eres una joven promesa del deporte se puede tornar, a veces, en una misión imposible. El instituto público Ortega y Gasset, conformado por tres sedes en la capital, ha sido galardonado por el Consejo Superior de Deportes con uno de los Premios Nacionales de Deporte en reconocimiento por su labor de formación académica a deportistas de alto rendimiento.
Por sus aulas han pasado nombres de la talla de la triple campeona mundial de bádminton, Carolina Marín, la también campeona mundial de natación, Mireia Belmonte, o el patinador Javier Fernández, seis veces medalla de oro de Europa. Celia Barquín, la golfista de 22 años asesinada el pasado 18 de septiembre en Estados Unidos, también fue alumna del centro docente.
«Entré en 3º de la ESO en el instituto Ortega y Gasset. El Bachillerato lo tuve que hacer, en vez de en dos, en cuatro años, porque tenía muchísimos torneos. Ellos siempre me dieron muchas facilidades», explicaba Carolina Marín a diversos medios. La deportista compartió promoción, entre otros atletas conocidos, con el piragüista olímpico Cristian Toro. «Tengo recuerdos muy gratificantes», asegura.
Centros educativos como el instituto Ortega y Gasset, erradicaron el mantra de `o estudias o entrenas´, que durante muchos años se convirtió en la realidad de jóvenes promesas del deporte español
Un éxito apabullante
Francisco Benito es una de las caras que está detrás de este éxito. Comenzó en el Centro de Alto Rendimiento Blume -la sede especializada en atletas de alto nivel- desde sus inicios, hace 18 años, primero como Jefe de Estudios y después como Director, cargo que ha desempeñado los últimos 14 años. «El instituto empezó sólo con 60 alumnos. Antes de que existiera el centro, los padres traían a Madrid a sus hijos de diferentes sitios de España con cierto recelo, porque temían que no continuaran con sus estudios», relataba.
La apertura y desarrollo de centros educativos focalizados en la especialidad deportiva erradicó el mantra de «o estudias o te dedicas a entrenar», que durante muchos años se convirtió en una realidad para las jóvenes promesas del deporte. «Nuestro éxito ha sido adaptar totalmente el método de enseñanza a los diferentes calendarios de los chavales», apuntaba Benito.
Los resultados son concluyentes: de los 400 alumnos del instituto, el 85% llega a completar sus estudios y, de los que se presentan a la selectividad, una media del 90% aprueban, asegura su director.
Trofeo Blume: premio a la promoción del deporte
Los logros de los que puede presumir el centro, les han hecho merecedores de uno de los Premios Nacionales al Deporte, el Trofeo Blume, por su tarea de promoción y fomento del deporte. Este galardón supone la más alta distinción nacional deportiva a la que un colegio o instituto puede optar.
«El mérito al final es de los alumnos. Tienen una energía increíble», indica Benito, que reconoce que «en seguida se mentalizan y hacen un esfuerzo enorme por llegar a todo». También de los padres, que desde el primer día les insisten en la importancia de no abandonar los estudios. Y, por supuesto, de todo el claustro de profesores: «Hay que concienciarles de que del deporte no vive todo el mundo. Porque luego a algunos les llega el momento de retirarse y no saben qué hacer con su vida al no tener titulación», concluye.