No hace mucho tiempo, Garbiñe Muguruza deambulaba por las pistas de los diferentes torneos del circuito en busca de reencontrar su mejor nivel, que nunca aparecía. Tras dos años en el desierto y un divorcio —un poco tardío— con su anterior entrenador Sam Sumyk, Garbiñe Muguruza vuelve a ver la luz con su nueva entrenadora Conchita Martínez.
Tras superar las primeras rondas en medio de un proceso febril, el nivel de Muguruza se ha incrementado considerablemente ronda tras ronda eliminando a grandes jugadoras como Svitolina o Bertens. En semis, le esperaba un hueso aún más duro de roer, la rumana y número tres del mundo Simona Halep.
El partido estuvo marcado por la igualdad entre ambas tenistas que ofrecieron su mejor nivel. Al final, como en los grandes encuentros, se decidió en pequeños momentos. Y ahí, Muguruza demostró estar al nivel que mostró en antaño y fue capaz de derrotar a Halep en poco más de dos horas de partido. El resultado final fue de 7-6 (8) y 7-5.
En Australia no se veía una finalista española desde hace 22 años
Última final española en Australia
Con Conchita Martínez, Muguruza ha recuperado el nivel con el que asombró al mundo del tenis tiempo atrás con los títulos de Roland Garros y Wimbledon. En esta ocasión, la plaza sobre la que ha decidido bailar es la Melbourne Arena. En Australia no se veía una finalista española desde hace 22 años. Y fue, precisamente, su entrenadora Conchita quien lo consiguiese. Muguruza espera tener más suerte que ella por entonces y alzarse con el título de Australia.
Rival en la final
En la final espera la estadounidense Sofia Kenin que ha derrotado a la número uno y gran favorita por jugar en casa Ashleigh Barty por 7-6 (6) y 7-5. De esta forma, las dos grandes favoritas por ránking, la número 1 y la número 3 han caído en semifinales antes la número 15 y la número 32 del top mundial.