Hace ya más de un año que los vecinos y vecinas de Campamento, en el distrito de Latina, llevan reclamando "algo tan básico como que los conductores cumplan con la ley a su paso por la zona". En este caso, la legislación a la que hacen referencia es la Ordenanza de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Madrid y, desde hace unos meses, el Reglamento General de Circulación.
Ambas normas establecen que el límite de velocidad al transitar por vías urbanas de un único carril por sentido es de 30 km/h. En el barrio, la carretera hacia Boadilla del Monte se encuentra congestionada por la gran afluencia de tráfico, si se respetase lo establecido, apuntan desde la FRAVM que "ayudaría a reducir los elevados niveles de ruido y contaminación atmosférica" que afectan tanto a la salud como al bienestar de los vecinos y vecinas, además de "ayudar a mejorar la seguridad vial".
Trasladan que "no aguantan más" y que ya se han cansado "de que el Ayuntamiento no atienda nunca nuestras peticiones, que son lógicas y muy sencillas de ejecutar. En octubre, el delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, se comprometió en una reunión a instalar en la carretera de Boadilla señales verticales de prohibido circular a más de 30 km/h, pero ni siquiera eso se ha llevado a cabo”, sentencia Andrés Piñeiro, presidente de la A.V.
La asociación vecinal del barrio se ha reunido hasta en 5 ocasiones con responsables del Área de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento, sin embargo, y tras presentar por registro cuatro escritos con demandas y una manifestación de protesta, "todo sigue igual". Así, y ante el cansancio de "esperar una actuación que nunca lega", esta A.V ha presentado una petición al Defensor del Pueblo solicitando su intervención.
"Para que la normativa en cuanto a los límites de velocidad y ruido se cumpla en la carretera de Boadilla del Monte”. En este documento, la entidad apunta un grave problema de tráfico, ya que el barrio está rodeado de tres vías: Paseo de Extremadura (120.000 vehículos/día), la carretera de Carabanchel-Aravaca (45.000 vehículos) y, finalmente, la ya mencionada carretera de Boadilla del Monte (30.000). En total, son "más de 200.000 vehículos diarios". Esta enorme cantidad de tráfico, en un área tan pequeña, supone un gran problema para la salud y bienestar de los vecinos y vecinas, apuntan.
Borja Carabante se comprometió en una reunión a instalar en la carretera de Boadilla señales verticales de prohibido circular a más de 30 km/h, pero ni siquiera eso se ha llevado a cabo
En su escrito, la asociación incluye otras propuestas que ha trasladado al Consistorio con el fin de mitigar el ruido y la contaminación y mejorar la seguridad vial en la carretera de Boadilla: la “instalación de pasos peatonales sobreelevados en todos los pasos de peatones”, el “asfaltado insonoro de la calle”, entre otros.
No solo hacen hincapié en los inconvenientes que supone para quienes viven allí, sino también el hecho de que "parte de esa calle es considerada zona BIC (Bien de Interés Cultural), por estar a pocos metros de la Casa de Campo”. Destacamos, en particular, una petición: “nueva regulación semafórica dando mayor tiempo de paso a los ciudadanos y algo menos a los vehículos”. Piñeiro indica que los peatones solo disponen de 17 segundos para atravesar la calle mientras los vehículos tienen 1 minuto y 25 segundos.
Un colegio y un centro de mayores afectados
El colectivo vecinal destaca las molestias que sufren a diario las familias, el profesorado y el alumnado del Colegio de Enseñanza Infantil y Primaria Hermanos Pinzón, que se encuentra “a tan solo unos 10 o 12 metros de la carretera de Boadilla del Monte”, por lo que considera que en su entorno (el tramo entre la calle Galicia y la calle Carabias), los vehículos deberían circular no ya a 30km/h, sino a 20 km/h, tal y como establece la nueva ordenanza de movilidad del Ayuntamiento para las calles escolares y aledañas.
“También el Centro de Mayores de Campamento está situado a unos 15 metros de esa vía, por la que tiene una entrada”, informa la asociación, que entiende que la solución del problema a largo plazo pasa por que la carretera de Boadilla del Monte deje de ser una “carretera de tránsito” y se convierta en una vía urbana de verdad. Mientras tanto, la asociación vecinal seguirá demandando algo tan sencillo como que los vehículos circulen por ella como marca la ley, a menos de 30 km/h.
En este marco, han convocado una nueva manifestación para el próximo jueves 12 de mayo que a las 19:00 se iniciará ante el número 27 de la carretera de Boadilla del Monte.