En la comparecencia de el pasado 30 de junio, el consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Osssorio, recalcó que su consejería ofreció a los alumnos promocionar de curso manteniendo los exámenes para los que necesitasen certificarse para universidad o trabajo. 10.000 estudiantes se presentaron a los exámenes de la Escuela Oficial de Idiomas.
Además, Ossorio expuso que: “en la situación sanitaria en la que estamos y hemos estado durante los días que se han desarrollado esos exámenes me parecería fatal no permitir a esos alumnos que se examinasen. ¿Ha pasado algo? Absolutamente nada”. Es “imposible garantizar al cien por cien” que nadie se contagie. Pero los profesionales aseguran que la huelga, que se hizo en referencia a estos exámenes, fue porque no había “plenas garantías sanitarias” por la falta de “espacio, servicios de limpieza, toma de temperatura, más personal”, según comenta la presidenta de la Asociación de Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas (APEOIM), Caridad Baena.
No garantizan los medios materiales y humanos
Los profesores volverán a las aulas en septiembre, pero también a la huelga según ha anunciado el colectivo de profesores de EOI de la huelga del 16 al 30 de junio. La APEOIM ha advertido en un comunicado de que “esta huelga ha sido el preludio de unas movilizaciones que podrán sobre la mesa las pésimas condiciones que ha sufrido la comunidad educativa durante la pandemia”.
Desde la APEOIM, se pide a la Consejería “escuchar al profesorado de las EOI y a sus representantes, que reclaman garantías sanitarias para la celebración de los exámenes de certificación de sus enseñanzas. Porque no queremos seguir trabajando en condiciones de riesgo para la seguridad y la salud de los docentes y demás personal de los centros educativos”.
Los protocolos son “insuficientes” y “no garantizan los medios materiales y humanos”. También, ha agregado que necesitan “una vuelta con garantías a nuestras escuelas, en las que el personal docente y administrativo pueda trabajar con los recursos necesarios y el alumnado se sienta seguro gracias a una bajada de ratios que facilite la enseñanza presencial”.
Con todos los problemas pendientes por resolver y con una huelga “muy difícil de llevar a cabo por causa de unos salvajes servicios mínimos por la Consejería” como concluye Caridad Baena, los profesionales saldrán de nuevo a las calles en septiembre para pedir que bajen las ratios, que se garanticen las condiciones fitosanitarias necesarias y poder llevar de forma segura la enseñanza.