Este lunes arrancaban los trabajos para poner en marcha la ampliación de la Línea 11 de Metro. Unas obras que han llegado cargadas de polémica, prácticamente desde su planteamiento. Después de haber pasado todos los periodos reglamentarios de de alegaciones y con los tiempos de su lado, las motosierras han llegado al Parque de Arganzuela. Los vecinos aseguran que quieren el metro, pero también demandan salvar los árboles que se tendrían que talar para instalar las nuevas estaciones.
Aún así, los vecinos y las asociaciones ecologistas no cesan en la lucha. Algunas personas se han encadenado a los árboles para impedir su tala y desde Ecologistas en Acción aseguran que aún no se ha resuelto la demanda interpuesta por la ONG en la que se pedían medidas cautelarísimas para que no se iniciasen los trabajos.
Desde la Comunidad de Madrid ya lo dejaron claro cuando se aprobó el último proyecto, que reducía en un 50,9% el número de ejemplares afectados por las obras. Aún así, los vecinos no están contentos y la respuesta de la oposición ha sido contundente, estarán con ellos para evitar que las obras salgan adelante.
Las portavoces de Más Madrid y PSOE se unieron a los primeros manifestantes. Rita Maestre califica de "ilegal" y habla de que los planos han sido modificados, al tiempo que asegura que "no hay por qué elegir entre árboles o metro" y recuerda que el proyecto inicial planteaba la estación fuera del parque, sin tener que afectar a ningún árbol. Por otro lado, Reyes Maroto califica a Almeida "negacionista climático, que en vez de defender el patrimonio natural de la ciudad se enzarza en debates espurios en redes sociales".
El consejero de Transportes ha asegurado que se han estudiado todas las alternativas al trazado y que el proyecto que se está poniendo en marcha es "el más coherente". Rodrigo ha puesto sobre la mesa que se trata de una línea de metro "transversal" que va a unir el Sur y el Norte y que, por lo tanto, "va a mejorar el Medio Ambiente". Jorge Rodrigo ha destacado el "esfuerzo impresionante para que se vean afectados el menos número de árboles", y ha explicado que por los 523 que se van a talar, la Comunidad de Madrid replantará 14.000 dentro del término municipal de la capital.
Como alcalde es su responsabilidad escuchar el clamor de la sociedad madrileña contra estas talas y velar por el patrimonio natural de nuestra ciudad
Pese a las protestas, las talas han seguido adelante. Las personas que se habían atado a los árboles han sido desalojadas y las motosierras han continuado cortando troncos. Mientras tanto, más de 70 catedráticos y profesionales del urbanismo, la arquitectura y la sociología han firmado una carta exigiendo al alcalde de Madrid la paralización inmediata de las obras de la la L11.
Desde la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid han señalado que el objetivo de la carta es "salvar el mayor número de árboles amenazados", solicitando "urgentemente" que se paralicen las talas. Piden a Almeida que proteja la ciudad ante "un paso que de ninguna manera responde al interés general". "Como alcalde es su responsabilidad escuchar el clamor de la sociedad madrileña contra estas talas y velar por el patrimonio natural de nuestra ciudad", le recuerdan.