El Sindicato de Enfermería ha creído pertinente puntualizar unas palabras del portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. Y es que, el político declaró, sobre el plan de vacunación, que "todo el mundo que sepa pinchar una vacuna tiene que estar poniéndolas".
Conocimientos y cualificación
“Sabe pinchar el que se autoadministra insulina; sabe pinchar quien alguna vez ha tenido que poner o ponerse heparina; sabe pinchar quien, en alguna ocasión, se ha visto obligado a administrarse alguna medicación por inyectable, pero la realidad es que ninguno de ellos tiene la cualificación y los conocimientos para poner vacunas”, explican desde el Sindicato de Enfermería en Madrid.
"Los únicos habilitados legalmente para vacunar, y esto lo debería saber el vicepresidente del Gobierno regional, son las enfermeras y enfermeros. Y lo están porque saben cómo reaccionar ante respuestas adversas y cuáles son las medidas sanitarias que deben tomar para evitar, por ejemplo, daños en la salud del paciente vacunado que, en los casos más grave, podrían provocar la muerte", ha alertado el organismo.
¿Falta de planificación?
Además, Satse alude a la polémica velocidad a la que se están incolunando las vacunas en la Comunidad de Madrid: "Lo que debería hacer el vicepresidente del Gobierno regional es preguntarse el motivo por el que la Comunidad de Madrid es la que lleva menos vacunas administradas de la COVID-19, y si ha podido ser la falta de planificación la causa o es que realmente no están llegando las suficientes vacunas".
Satse reclama un mayor apoyo para la enfermería y reivincidca su labor. "Llevamos tiempo insistiendo en la necesidad de reforzar los equipos de enfermeras, que han de ocuparse de la vacunación, la información a todas las enfermeras de los centros de salud (y no solo a unas pocas) sobre las peculiaridades de la preparación de estas vacunas y un apoyo a las enfermeras que, en pocos meses, han de empezar a vacunar a millones de madrileños y ya lo están haciendo en residencias, centros sociosanitarios y a sus propios compañeros y compañeras. Apoyo que se debería traducir en la contratación de más enfermeras y enfermeros y en el reconocimiento de la labor realizada durante estos meses a través de una compensación económica para todo el Sermas como ya se ha hecho en la mayoría de las regiones".