El 15 de enero quedó marcado en el calendario de Ciudadanos como "el primer día del nuevo CS". Así, y tras la VI Asamblea General, el partido se renovaba no solo con caras nuevas al frente, sino también con "una nueva hoja de ruta".
Si bien la candidatura que se alzó con la victoria era la que contaba entre sus listas con los nombres de Inés Arrimadas y Begoña Villacís como grandes activos políticos; las idas, venidas, reuniones y sospechas de ser la siguiente tránsfuga del partido le han pasado factura a la vicealcaldesa.
Ahora, Ciudadanos se encontraba en el proceso previo a unas posibles primarias municipales, puesto que la formación estableció en sus nuevos estatutos la obligación de realizar este proceso en aquellas localidades con más de 150 afiliados; una condición que se cumple en la capital.
El requisito de contar con al menos el 15% del apoyo de la militancia parece que se le ha hecho 'bola' a la vicealcaldesa, puesto que de los 126 avales necesarios tan solo ha obtenido 122.
Cabe destacar que de las tres candidaturas presentadas ninguna los obtuvo, pero la diferencia de apoyos entre Villacís y el joven que ha ocupado el segundo puesto ha sido más corta de lo que se esperaba -al menos entre aquellos que continúan fieles a su figura-: tan solo 38 votos de diferencia.
Es una tontería, no le doy ninguna importancia
Ante estos hechos, la Dirección Nacional del partido era la encargada de tomar una decisión que ya se preveía más que evidente. La nueva ejecutiva encabezada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez se ha decantado por Begoña tras obtener el 97% de los apoyos necesarios.
El entorno de la vicealcaldesa traslada el "error de cálculo" con los últimos cambios internos en el partido -del 10% del apoyo necesario al 15% en el caso de los avales mínimos- y resta importancia a no haber contado con el apoyo suficiente por parte de la militancia, calificándolo de "tontería". "Son cuatro votos, por Dios", bromeaba.
Además, ha asegurado que en CS están "muy concienciados" y que ella, personalmente, afronta la campaña con "mucha ilusión y muchas ganas".
Sentencia su liderazgo en el "proyecto liberal de Madrid" y advierte de las 'consecuencias' en caso de que los naranjas no obtengan representación en los siguientes comicios: "Esta ciudad será de blanco y negro por quedarse con lo de hace cuatro años o por irse a una derecha con Ortega Smith".