La Organización de Naciones Unidas ha manifestado su condena a cualquier acto de violencia o discriminación que una persona pueda sufrir en cualquier lugar del mundo a causa de su orientación sexual, expresión o identidad de género, especialmente en las Resoluciones que dictó en 2011 y 2014. Asimismo, ha manifestado su compromiso con el reconocimiento y con la defensa de los Derechos Humanos de las personas LGTBI+.
Además de las instancias internacionales, nuestra legislación corrobora estos derechos, empezando por la Carta Magna, que consagra en su artículo 10.1 que “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social” y reconoce acto seguido que los derechos fundamentales y libertades en ella recogida se interpretarán de acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Para muchas personas LGTBI+ la vergüenza, la estigmatización y la discriminación producto de la LGTBIfobia siguen formando parte de su realidad en la vida y en el deporte. Cada año, el informe de delitos de odio del Ministerio del Interior señala que casi el 20% de los incidentes de delitos de odio denunciados en España tienen la LGTBIfobia como causa, y el cuarto espacio en el que más incidentes de delitos de odio se denuncian son las instalaciones deportivas y los campos de juego.
Agresiones físicas, amenazas e injurias en las redes, insultos en las gradas, los terrenos de juego o las redes, chistes en medios de comunicación y redes sociales, risas en los vestuarios y en las instalaciones deportivas y el silencio de los demás hacen que, a muchas personas LGTBI+, el deporte les parezca un espacio hostil en el que no tienen cabida.
Así, muchas personas LGTBI+, deciden no ser parte del mundo del deporte o lo habitan con temor a ser quienes son. A esto se suman barreras administrativas, violencias diversas, a veces sutiles y otras feroces y múltiples.
El Consejo Superior de Deportes y la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ nos comprometemos con la defensa de los derechos humanos y constitucionales, los principios de respeto a la libertad y diversidad en el deporte y, por tanto, en la lucha contra la discriminación de las personas LGTBI+ que impida la garantía de dichos derechos
Por todo ello, y dando cumplimiento a los principios constitucionales y dictámenes internacionales en lo relativo a la defensa de los DD.HH., el Consejo Superior de Deportes y la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ quieren expresar su compromiso con los siguientes objetivos:
● Reconocer la diversidad afectivo-sexual y de género como un elemento social enriquecedor y positivo, acompañado por los principios de igualdad de trato y no discriminación.
● Fomentar la visibilidad de las personas LGTBI+ en el ámbito del deporte y comprometer a todos los agentes sociales vinculados con el deporte con el objetivo de combatir los estereotipos, la discriminación y las barreras que disuaden a las personas LGTBI+ de la practica deportiva.
● Denunciar y penalizar socialmente los comportamientos LGTBIfóbicos, machistas, xenófobos y serófobos en el deporte, particularmente en lo relativo a la violencia verbal o física en los espacios deportivos, campos de juego, gradas y redes sociales por cualquier causa y, especialmente, aquellas violencias que tengan su origen en la orientación sexual y en la identidad o expresión de género de las personas.
● Garantizar la seguridad y libertad de las personas trans generando entornos seguros en el acceso a la práctica deportiva.
● Fomentar el uso de un lenguaje inclusivo y respetuoso que elimine estereotipos y combata el empleo de expresiones discriminatorias o de odio que tengan como causa la orientación sexual o la identidad de género.
● Promover los estudios, análisis e informes que ayuden a identificar, comprender y prevenir situaciones de discriminación y acoso LGTBIfóbicos en el deporte.
Eliminar la LGTBIfobia y favorecer el acceso de todas las personas desde su diversidad y en igualdad a una práctica deportiva ética, la cual nos empodere, enseñe, y haga mejores