Recibimos al 2021 tras un año en el que la pandemia provocada por el Covid-19 ha marcado el paso de los meses a un ritmo especialmente complicado en los planos sanitario, económico y social. Sin embargo, si hubo una constante que se mantuvo, a pesar de la crisis del coronavirus y de cómo modificó nuestra forma de vivir, fue la de la violencia de género.

Las cifras son claras. Un total de 45 mujeres han sido asesinadas en 2020 por sus parejas o exparejas. El último caso se ha dado en Torrejón de Ardoz, el pasado jueves, cuando la expareja de una vecina de la localidad mató a cuchilladas a la que fuese la madre de sus hijos. Lo hizo en el domicilio familiar y en presencia de la niña, de 10 años, y el niño, de ocho. Ambos menores habían pasado unos días con su padre, atendiendo al régimen de visitas establecido y a pesar de las dos denuncias interpuestas que la víctima había interpuesto contra su agresor, pocos días antes de que la asesinase, y de la orden de alejamiento que pesaba sobre él. En total, 26 niños y niñas han quedado huérfanos este pasado año porque sus madres han muerto a manos de sus agresores.