La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha autorizado este jueves el contrato para la prestación de los servicios necesarios para la apertura al público y el correcto funcionamiento de la piscina municipal de verano Mistral, en el distrito de Barajas, la primera de estas características que abrirá en la ciudad en más de 30 años, desde 1992, cuando se inauguraron las de Palomeras en Puente de Vallecas.
La vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, ha explicado en rueda de prensa que la licitación de este contrato, con un importe de 823.009 euros y una duración inicial de dos años -prorrogable por otros tres-, incluye la prestación de servicios deportivo-recreativos, de salvamento y socorrismo, el control, la administración, el cobro de precios públicos y las actuaciones de limpieza, higiene y desinfección, así como las de conservación y mantenimiento.
La construcción de esta nueva instalación deportiva, ubicada en la calle Mistral, está finalizando y su puesta en funcionamiento está prevista para la próxima temporada. Así, este contrato posibilitará que cuando abra, cuente con el personal necesario, entre los que se encuentran las categorías de operario, taquillero, socorrista, técnico de mantenimiento, ATS/DUE e interlocutor. Los cálculos de los suministros y otros costes necesarios para el funcionamiento de la piscina se han calculado tomando como referencia el gasto producido por estos conceptos en otras instalaciones deportivas municipales y los precios del mercado.
Las últimas piscinas de verano municipales que abrieron en Madrid fueron en Palomeras, Puente de Vallecas, en 1992
El Consistorio, a través del Área de Obras y Equipamientos, ha invertido 3,6 millones de euros en esta nueva instalación que no será la única que se abrirá en la ciudad después de tanto tiempo, pues ya está en marcha también la construcción de las primeras piscinas de verano del distrito de Tetuán, en el paseo de la Dirección.
La nueva instalación de Mistral tendrá una piscina de baño de 630 m2 y otra de chapoteo de 49 m2, así como zonas estanciales de playas, tanto duras como de césped, y un edificio compuesto por vestuarios, baños, guardarropa, taquillas, cuarto de basuras, botiquín y vestuarios de personal, además de las dependencias necesarias para el correcto funcionamiento de todos los servicios.
Con la inauguración de este nuevo equipamiento, serán 23 las piscinas de verano municipales con que cuente Madrid. Además, durante el pasado mandato, el equipo de Gobierno destinó 31,8 millones de euros a reformar y mejorar diez de ellas.